"La democracia está muriendo en España. Quizás nunca ha estado realmente". Así empieza un artículo del exdiputado del Scottish National Party (SNP) George Kerevan, que ha cargado de lo lindo contra el gobierno español en una columna de opinión en The National escrita el Onze de Setembre.

La advertencia casi constante del gobierno español cabe en Catalunya sobre utilizar la fuerza si hace falta para impedir la votación —de hecho, desde el viernes se está viendo cómo la Guardia Civil amenaza con su presencia medios de comunicación e imprentas por el referéndum— evoca en Kerevan cuando, después de que se suspendiera el Estatuto, en 1936 ocuparon la presidencia de la Generalitat fue ocupada por personas nombradas por el ejecutivo estatal.

El político del SNP recuerda que los catalanes dieron la mayoría absoluta a los partidos soberanistas en las elecciones del 27-S de 2015, sin embargo, aun así, el fiscal general del Estado, José Manuel Maza, ha ido directamente y ha avisado a los Mossos, la Guardia Civil y la Policía Nacional que intervengan cualquier actuación que tenga alguna cosa que ver con la votación del 1-O.

Falsa democracia

A partir de este momento, explica el autor, la Guardia Civil no ha tenido ningún problema a personarse en la imprenta que supuestamente está imprimiendo las papeletas del referéndum, el Tribunal Constitucional ha prohibido directamente su celebración y las leyes de la desconexión y, además, Maza ya ha enviado a todos los alcaldes catalanes una notificación en que los avisa de que no tienen el permiso para abrir las escuelas el 1-O. Ahora bien, a pesar de recibir estos avisos, el 60% de los ediles lo han rechazado.

Todo este relato, asegura a Kerevan, lo hace porque considera que "es importante que todo el mundo en Escocia entienda que la España postfranquista no es una democracia real" porque "la élite franquista ha creado una apariencia de democracia después de la muerte del dictador" y subraya que el sistema bancario español está en manos del PP, "el heredero político de los falangistas y franquistas".

En este punto, el político escocés recuerda que en julio el expresidente de Caja Madrid Miguel Blesa se suicidó siendo uno de los nombres salpicados por el escándalo de las tarjetas black de Caja Madrid, junto con Rodrigo Rato, también expresidente de la entidad.

Corrupción postfranquista

Kerevan se hace eco de las decenas de casos de corrupción que salpican los populares y pone de relieve, entre otras cosas que "miles, de millones de euros han sido cogidos por las grandes constructoras españolas para construir nuevas autopistas en Madrid".

Y no sólo eso. El político asegura que desde los días de Franco, "Madrid ha utilizado la economía catalana como una vaca lechera para financiar el resto de España" y señala que, justamente por eso, "España necesita en Catalunya", así como que "Catalunya está pagando unas altas tasas en Madrid, sólo para recibir una pequeña inversión en infraestructuras".

Por todo ello, avisa los escocessos de que si callan, "Madrid bloqueará una futura candidatura escocessa para unirse a la Unión Europea". Y concluye el texto poniendo encima de la mesa que "durante dos décadas después de Franco, el Estado español seguía utilizando escuadrones de la muerte ilegales para asesinar nacionales vascos. Y, hasta hoy, el Tribunal Constitucional español discrimina la lengua catalana", mientras sigue suspendiendo diferentes leyes del Parlament.