Los funcionarios de la Generalitat agrupados en la Asamblea en Defensa de las Instituciones Catalanas (Adic) han afirmado en un comunicado que los lazos amarillos de los edificios públicos no los pone el Gobierno, sino los "trabajadores" en uso de su "libertad de expresión".

Por este motivo consideran que la decisión de la Junta Electoral Central (JEC) de hacérselos quitar "coarta" esta libertad. También creen que el lazo amarillo "es un símbolo plural y transversal" como lo son "otros símbolos de luchas colectivas", y ponen de relieve que, a pesar de considerarlo partidista, la JEC "no ha sido capaz de imputar a ningún partido la propiedad" de este símbolo. Eso, a su parecer, indica que la orden de retirarlo se dicta "con plena conciencia que es injusta y arbitraria".

El colectivo Adic ha denunciado, "de manera especial", la actuación ordenada por la JEC en las escuelas y los institutos de titularidad pública, espacios donde la libertad de expresión "tendría que ser uno de los puntales de la educación".

Aparte indican que, a su parecer, con esta "actuación arbitraria", la JEC "pretende debilitar y fomentar la división interna" a las instituciones catalanas y al Govern. Finalmente, los funcionarios piden el apoyo "de toda la ciudadanía" en defensa de las instituciones catalanas.