La expresidenta del Parlament de Catalunya, Carme Forcadell, ha defendido este lunes en una entrevista en RAC1 el margen de dos años de la mesa de diálogo y apuesta por "trabajar para conseguir que cambien las posiciones". En este sentido, ha restado importancia a las posiciones maximalistas de Pedro Sánchez expresadas en el Congreso sobre la negativa a un referéndum de autodeterminación. Forcadell ha querido recordar que "el presidente español también decía que cumpliríamos la condena íntegramente" y finalmente ha concedido los indultos, en una línea similar a la réplica de Gabriel Rufián en el hemiciclo la semana anterior.

La expresidenta de la cámara legislativa sostiene que "queremos la amnistía y la autodeterminación" y que uno de los próximos objetivos tiene que ser "la vuelta de los exiliados". Carme Forcadell cree que "es lo que se tiene que trabajar en la mesa de diálogo" y confía en que haya "valentía por las dos partes" para "encontrar soluciones". "El indulto es un primer paso, pero todavía no se ha acabado la represión", ha aseverado la también expresidenta de la Assemblea Nacional Catalana. Por otra parte, considera que la presencia de Unidas Podemos "puede ayudar a conseguir el referéndum porque se han mostrado partidarios".

"La vía unilateral trajo dolor y frustración"

Forcadell se había mostrado autocrítica con anterioridad con respecto a todo lo que sucedió el mes de octubre de 2017 y este lunes se ha reafirmado en estas reflexiones. Para la expresidenta del Parlament, "la vía unilateral salió mal y trajo dolor y frustración" en el sentido que "cuando las cosas no son exitosas y no acaban donde esperas, generan decepción". Ella ha manifestado que "pensaba que todo iría mejor", pero que "nunca criticaré al Govern porque yo no tenía toda la información ni los elementos de los que ellos disponían".

Al mismo tiempo, desde su punto de vista, habría que haber sido "más empáticos" con "aquellos catalanes y catalanas que no son partidarios de la independencia pero están a favor del derecho de autodeterminación".

Dado que, para Carme Forcadell, "no hay ningún hecho que demuestre que la vía unilateral fuera exitosa", ahora mismo no ve "que las condiciones hayan cambiado" para poder aplicarla. Ahora prioriza la mesa de diálogo y, en caso de que fracase en estos dos años, se ha limitado a decir que "ya veremos qué pasa".

A prisión "por haber sido presidenta de la ANC"

Preguntada por los 39 meses que ha estado encarcelada, Forcadell tiene claro que "entré en la prisión por haber sido presidenta de la ANC". En esta línea, ha especificado que "sólo a mí se me preguntó por la hoja de ruta que firmamos las entidades y los partidos para alcanzar la independencia" y que se trataba de un hecho anterior a su llegada a la presidencia del Parlament.

Haber entrado en la prisión fue, para ella, "muy duro" e "inesperado". Una vez se dejó visto para sentencia el juicio del 1 de octubre, tampoco pensaba que "la sentencia superaría los 10 años". A Forcadell la condenaron a 11 años y medio. De su etapa como presidenta de la ANC, asegura que no se arrepiente "de nada" y ha subrayado que, cuando era la máxima responsable del Parlament, "nunca se vulneraron los derechos de los diputados, siempre escuchamos sus reconsideraciones".

Sobre la visita que los cuatro presos de ERC harán al president Puigdemont y el resto de exiliados este miércoles, Carme Forcadell asegura que tiene "muchas ganas" y ha rehusado las críticas por el hecho de que no se haya hecho una visita conjunta de los presos a todos los exiliados. En esta línea, la expresidenta ha explicado que "es muy difícil cuadrar nueve agendas". Y con respecto a su papel en el futuro, ha destacado que todavía le quedan más de ocho años de inhabilitación y que no sabe qué pasará "porque no sé ni qué haré dentro de un mes".

 

Imagen principal: Carme Forcadell, en el acto de recibimiento a los presos en el Palau de la Generalitat. Sergi Alcàzar.