Con el indulto concedido hace justo una semana, los nueve presos del 1-O han recuperado el pasaporte. Y todos y cada uno de ellos han aprovechado el retorno a la libertad de movimientos para cruzar la frontera y visitar a sus respectivos compañeros de partido en el exilio. El miércoles, los presos de ERC viajaron a Ginebra para reencontrarse con Marta Rovira y este viernes los de Junts han hecho lo mismo en Waterloo, para reunirse de nuevo con Carles Puigdemont, Toní Comín, Lluís Puig y Clara Ponsatí. Si hasta ahora los desplazamientos han sido segregados por partidos, según ha podido saber ElNacional.cat de fuentes republicanas, la intención de Oriol Junqueras es viajar a Bruselas para verse con Puigdemont antes de que acabe este mes de julio. El encuentro tendrá lugar es próximo miércoles, según ha informado la ACN después de que ElNacional.cat avanzara la disposición de Junqueras, a pesar de que a primera hora de la tarde, desde Waterloo afirmaban no tener constancia todavía. Estarán también el resto de indultados de ERC -Romeva, Forcadell y Bassa-. 

Primero, Estrasburgo

La voluntad inicial del líder de ERC era que el contacto con el president y los otros eurodiputados en el exilio -Comín y Ponsatí- se produjera el próximo martes día 6 en Estrasburgo, que es cuando el Parlamento Europeo celebra su último pleno antes de vacaciones. Junqueras y Romeva, exdiputados europeos, tienen previsto aprovechar la sesión para reunirse con representantes de la Eurocámara y atender a la prensa a las puertas del edificio. Ahora bien, desde Junts per Catalunya aseguran que se enteraron por los medios y que en ningún momento ha estado entre los planes que Puigdemont asista a la sesión plenaria, porque sólo va como eurodiputado cuando le toca intervenir. Si no, participa telemáticamente.

Como el reencuentro no será posible, desde su entorno han compartido con este medio que Junqueras preveía solicitar un encuentro con Puigdemont en Bruselas. Horas después ha transcendido que la cita será este miércoles, al día siguiente de la visita de los representantes de ERC a Estrasburgo. Los dos principales responsables del 1-O no se ven desde la declaración de independencia frustrada de finales de octubre de 2017. Consciente de lo que venía, el president se marchó al exilio y pocos días después Junqueras y el resto de consellers que se presentaron a la citación de la Audiencia Nacional ingresaron en prisión.

Una relación turbulenta

Desde entonces, la relación entre los dos dirigentes ha ido complicándose. Si bien han tenido algún contacto por personas interpuestas y se han escrito y llamado en alguna ocasión puntual, lp cierto es que la interlocución no ha sido nada fluida, todo al contrario, como consecuencia de las condiciones de represión a que se han visto abocados. Desde la distancia se han intercambiado reproches públicos en varias ocasiones. Puigdemont acusa quien fue vicepresident de su Govern de deslealtad en el libro donde relata la experiencia vivida durante el otoño caliente de 2017. De su lado, Junqueras ha afirmado públicamente que su decisión de quedarse en Catalunya fue para mantenerse al lado de la ciudadanía.

La reunión se producirá en pleno debate abierto sobre la viabilidad de la mesa de diálogo con el Estado, que se reactivará en septiembre. Al día siguiente de su cita con Pere Aragonès, Pedro Sánchez declaró en el Congreso que nunca habrá un referéndum sobre la independencia de Catalunya. En las semanas previas al indulto, el artículo de Oriol Junqueras recelando de la unilateralidad incomodó a Junts per Catalunya. Es evidente que la estrategia entre republicanos y junteros no se ha sintonizado aunque sigan gobernando juntos. Y Puigdemont y Junqueras son la viva imagen.

En la imagen principal, Puigdemont y Junqueras en el Parlament de Catalunya. / EFE