La fiscalía tiene previsto acusar al major de los Mossos Josep Lluís Trapero de rebelión, según publica la cadena SER. Aunque la jueza Carmen Lamela lo procesó por un delito de sedición y por uno de pertenencia a una organización criminal por haber permitido la celebración del referéndum del 1 de octubre, la Fiscalía de la Audiencia Nacional considera que se le tiene que acusar de rebelión.

La acusación de rebelión no sólo sería para Trapero; en la misma causa está el exsecretario general de Interior César Puig y el exdirector general de los Mossos, Pere Soler, para quien también se podría solicitar entre 15 y 25 años de prisión.

Los acusados serán juzgados por la sección primera de la Audiencia Nacional formada por la presidenta de la sección, Concepción Espejel, Ramón Sáez y Manuela Fernández de Prado. Cuando menos, todavía no hay fecha para el juicio.

Presos políticos

Con respecto a los presos políticos, la Abogacía del Estado discrepa de la fiscalía y no acusará a los presos políticos catalanes de rebelión sino de sedición (aparte de malversación). En la práctica eso representaría una pena más suave, pero pírrica: 14 años en vez de 20. Es del todo inaceptable para los líderes independentistas y para el Govern y los partidos soberanistas.

El escrito de acusación que presentará mañana viernes la Abogacía descarta finalmente la rebelión, que implica un alzamiento violento, y apuesta por el delito igualmente grave de sedición, que no implica violencia.