El Partido Popular reclama por enésima vez la dimisión del fiscal general del Estado. Las reacciones de Génova llegan después de que la Sala de Apelación del Tribunal Supremo haya confirmado el procesamiento de Álvaro García Ortiz y lo haya dejado a un paso del banco de los acusados. “Es sencillo, quien se sienta en el banquillo de los acusados no puede perseguir delitos”, ha manifestado Alberto Núñez Feijóo 29 minutos después de conocerse la noticia. “El fiscal general debe dimitir inmediatamente, no puede seguir ni un minuto más”, ha añadido en un post en X. Ahora bien, de momento, desde la sala de máquinas de la Moncloa mantienen el mismo relato de los últimos meses. “Nos tenemos que remitir a lo dicho hasta ahora”, contestan fuentes del Gobierno. “Siempre hemos confiado en su inocencia y máximo respeto a la justicia”, se limitan a añadir. Desde el Ministerio de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, evitan hacer valoraciones.
📝 El Supremo deja a un paso de juicio al fiscal del Estado por revelación de secretos de la pareja de Ayuso
Es sencillo.
— Alberto Núñez Feijóo (@NunezFeijoo) July 29, 2025
Quien se sienta en el banquillo de los acusados no puede perseguir delitos.
El fiscal general debe dimitir inmediatamente. No puede seguir ni un minuto más. https://t.co/NfnIoVKjJr
Más voces. El secretario general del PP, Miguel Tellado, ha sostenido que Álvaro García Ortiz irá a juicio por “ejercer de abogado defensor del sanchismo” y considera que esto es “incompatible con seguir al frente del ministerio público”. “No tiene escapatoria, solo le queda someterse a la justicia. Eso sí, desde su casa. Antes de que acabe el día, tiene que estar fuera de la Fiscalía”, ha remachado.
Por su parte, la portavoz del PP en el Congreso, Ester Muñoz, ha hecho una breve atención a los medios de comunicación desde la sala de prensa de la Cámara Baja y se ha expresado en la misma dirección. “Exigimos con más firmeza la dimisión inmediata. No cabe otra opción, no hay más salidas, no hay más puertas que abrir”, ha verbalizado. “Es una auténtica vergüenza que tengamos que sufrir a un fiscal general del Estado, que es quien tendría que perseguir el delito y a los delincuentes, sentado en el banquillo de los acusados”, ha añadido. “No está pasando en ningún país democrático de nuestro entorno”, ha apostillado.
El fiscal general se sentará en el banquillo de los acusados por ejercer de abogado defensor del sanchismo.
— Miguel Tellado (@Mtelladof) July 29, 2025
Esto es incompatible con seguir al frente del ministerio público. No tiene escapatoria, solo le queda someterse a la justicia. Eso sí, desde su casa.
Antes de que acabe… https://t.co/xQh5wxm3kt
El fiscal general del Estado tiene que dimitir inmediatamente, no tiene otra salida.
— ESTER MUÑOZ (@EsterMunoz85) July 29, 2025
España no se merece la vergüenza de tener a su FGE procesado e investigado por la comisión de presuntos delitos. pic.twitter.com/VMmz59Cxtc
Y la portavoz del Senado, Alicia García, también denuncia en X que el “encargado de perseguir los delitos” esté “sentado en un banquillo por cometer uno muy grave”. “Ya está tardando en dimitir. Sánchez calienta que sales”, añade. Desde la Comunidad de Madrid, Miguel Ángel Rodríguez, el jefe de gabinete de Isabel Díaz Ayuso, se ha limitado a publicar un tuit con su expresión de cabecera: “Pá’lante!”. Y el consejero de Presidencia, Justicia y Administración Local, Miguel Ángel García Martín, ha expresado que “quien va a sentarse en el banquillo de los acusados por saltarse la ley que juró proteger no está legitimado para dirigir la Fiscalía” y ha considerado que la continuidad de Álvaro García Ortiz al frente del Ministerio Fiscal es “totalmente inasumible”.
“No puede ser que la mentira derrote a un fiscal general”
Después del procesamiento, fuentes de su entorno replicaron que el fiscal general del Estado reiteraba su inocencia y se reafirmaba en su “compromiso de seguir defendiendo la actuación y la integridad de la institución”. “No puede ser que la mentira derrote a un fiscal general”, defendió él mismo días más tarde. “Si yo no permaneciera en mi puesto, el siguiente fiscal que me fuera a sustituir iba a ser una figura débil”, añadió. Y el Gobierno cerró filas con él: el ministro Félix Bolaños mantuvo su “confianza” en él y lo definió como un “servidor público ejemplar” y la portavoz del ejecutivo, Pilar Alegría, lamentó que “algunos jueces hacen cosas difíciles de entender”, acusando veladamente al magistrado de prevaricación.