Un detalle ha pasado inadvertido en el archivamiento de todas las investigaciones contra Juan Carlos I y sus corruptelas por parte de la Fiscalía. En medio de todo el alboroto, los dos decretos confirman que el rey emérito no fue el único beneficiado por el dinero que durante años recibió y ocultó fuera de España. Concretamente, sobre las transferencias que Juan Carlos recibió entre el 2016 y el 2019 del empresario británico-mexicano Allen Sanginés-Krause, que ascendieron a 516.606, la Fiscalía apunta que no solo disfrutó al exmonarca. Estos acabaron beneficiando a "familiares y personas próximas" y el medio millón de euros que recibió el emérito se destinó a "el abono de gastos particulares de Juan Carlos de Barbó y Borbón o personas relacionadas con él, al ser familiares o personas próximas de él mismo." Con todo, el texto no concreta quien serían estos Borbones o amigos del Borbón que se beneficiaron. Por otra parte, el empresario destinó otro medio millón de euros a pagar viajes en los cuales participaron otros miembros de la Familia Real.

Sobre estos, en su informe, la Fiscalía señala que "no existe constancia de ninguna contraprestación por las transferencias realizadas". Estaban sujetos al impuesto de sucesiones y donaciones y el emérito las regularizó con una declaración ante la Agencia Tributaria el 9 de diciembre del 2020, ingresando 556.412,5 euros, más recargos e intereses de demora. Con el archivamiento de las investigaciones, sin embargo, este capítulo ya estaría resuelto.

Viajes pagados a familiares

Aunque se ha cerrado la investigación, esta ha confirmado que durante diez años el emérito se benefició de numerosos regalos y donaciones que no declaró hasta que no tuvo ningún remedio más, ya hace casi dos años. Los últimos fueron estos de Sanginés entre el 2016 y en el 2019 y según el ministerio público el empresario ordenó toda una serie de transferencias desde cuentas bancarias bajo su control, hacia cuentas de Ibercaja y al banco Caminos, a nombre de su antiguo ayudante de campo.

Por otro lado, el empresario británico-mexicano hizo pagos directos a Viajes El Corte Ingés de casi medio millón de euros (471.673 €) que se destinaron en el pago de viajes efectuados por Juan Carlos y sus familiares o personas próximas, detalla la Fiscalía. Además, Sanginés pagó los servicios sanitarios de Juan Carlos durante el 2017 y el 2018 a través de la entidad Sociedad de Medicina Antiaging y Loongevidad. ¿El importe? 95.365 euros.

Según los decretos, la Fiscalía investigó estas prebendas y pidió las facturas para|por servicios prestados en el "entorno familiar" a Viajes El Corte Inglés y a otras entidades bancarias. "Todo eso para verificar los indicios existentes en relación con los gastos realizados por Juan Carlos y su entorno en los ejercicios de 2015-2019, y de esta manera, comprobar la veracidad e integridad de la declaración tributaria efectuada para su representación", explican.

Hijas y nietos

Sin embargo, ¿quiénes son estos familiares o personas próximas beneficiadas? Los investigadores siempre han sospechado de las dos hijas del emérito, las infantas Elena y Cristina que han visitado a su padre en numerosas ocasiones en Abu Dabi, y también de dos de sus nietos, los polémicos Froilán y Victoria Federica de Marichalar, hijos de Helena. En este sentido, se detectaron varios pagos de Uber y otros servicios, que van desde una yegua de competición a una profesora de piano.

El archivamiento de estas investigaciones era previsible desde meses atrás y ha acabado llegando en un contexto muy convulso, marcado por la invasión de Rusia en Ucrania y también los conflictos internos del PP entre Pablo Casado e Isabel Díaz Ayuso, que ha acabado con Alberto Núñez-Feijóo como futuro presidente de los populares. Ahora, este carpetazo acerca a Juan Carlos de nuevo en España, donde sueña volver (dicen sus amigos a los medios) casi desde el día que huyó a Abu Dabi por la presión de las investigaciones. Con todo, no se sabe si el retorno del emérito será permanente y se establecerá de nuevo en España o si solo será una visita.