Los resultados de Ciudadanos en las elecciones del 14-F pasarán factura a la formación naranja, y no solo desde el punto de vista político, con una nueva crisis de liderazgo y de proyecto. Está también la factura económica. El batacazo electoral, pasar de tener 36 diputados en el Parlament a solo contar con seis, tendrá efectos demoledores en las finanzas de Ciudadanos, que verá reducida en un 80% su asignación anual. Así, pasará de los 4,3 millones de euros que recibía anualmente a 840.000 euros el año.

La formación naranja ya contaba con que no repetiría resultados en Catalunya y por eso el consejo general del partido liderado por Inés Arrimadas ya aprobó para 2021 unos presupuestos más ajustados, basados en sondeos que les pronosticaban una veintena de diputados. La realidad, sin embargo, ha sido otra y los ingresos serán muy inferiores a los previstos.

Presupuesto a la baja

De los 4,2 millones que recibía anualmente la formación en la anterior legislatura, la mitad se destinaba a abonar sueldos del grupo parlamentario, tanto asesores como personal del partido. La otra, unos dos millones, iban a parar al partido. Ahora, sin embargo, se verán obligados a ajustar las cuentas si no quieren entrar en números rojos.

El presupuesto para el 2021 preveía unos ingresos de 4,37 millones de euros en concepto de asignaciones que reciben los grupos parlamentarios en el Congreso y el Senado, el Parlamento Europeo y los parlamentos autonómicos, 1,4 millones menos que en 2020. Pero esta estimación a la baja de ingresos en previsión de los resultados en Catalunya se ha quedado corta, muy corta.

Carrizosa Arrimadas elecciones 14-F EfeCarlos Carrizosa valora los resultados del 14-F, al lado de Inés Arrimadas / Efe

Con todo, según informa El Independiente citando fuentes del partido, las finanzas de Ciutadans no están en peligro, por ahora, ya que la formación dispone de un patrimonio neto de 10,9 millones de euros. Sí que deberá apretarse el cinturón. Tampoco peligra, según las mismas fuentes,  la sede del partido en Madrid, un edificio por el cual pagan unos 25.000 euros al mes.

Crisis de liderazgo

El recorte dràstico de ingresos no es ni mucho menos el único quebradero de cabeza ni el más urgente de Arrimadas, que tiene que enfrentarse a los críticos que piden la dimisión de Carlos Carrizosa y, sobre todo, un cambio de estrategia tanto en Catalunya como en España. Hay quien incluso pide la dimisión de la presidenta y una renovación de la dirección del partido ante el peligro de acabar desapareciendo.

Foto principal, Inés Arrimadas valora los resultados en Catalunya después de la reunión de la dirección del partido celebrada al día siguiente de las elecciones / Efe