El proceso independentista no perjudica la candidatura de Barcelona para acoger la Agencia Europea del Medicamento. Así lo aseguran dos eurodiputados de Irlanda y Holanda, países que también luchan por conseguir la EMA. "En una negociación se puede utilizar cualquier argumento, pero pienso que es una idea estúpida", defiende en la ACN el eurodiputado holandés Paul Tang, que vive en Amsterdam, una de las principales rivales de la capital catalana en la pugna por el EMA. Para Liadh Ní Riada, irlandesa de Sinn Féin, vincular un posible fracaso de la candidatura barcelonesa a la independencia es "muy cínico" y hace a los catalanes "rehenes" de Madrid.

"Es una mala estrategia", dice Ní Riada, que lamenta que algunas voces desde el Estado español avisen a los catalanes de que las opciones políticas independentistas ponen en riesgo la candidatura. Según la eurodiputada irlandesa, es "insostenible" vincular el apoyo a la candidatura a la situación política.

Para el holandés Tang, es "un argumento poco convincente" señalar hacia una posible inestabilidad en Catalunya para rechazar la candidatura de Barcelona. "Catalunya y España ofrecen un ambiente estable donde el EMA podría trabajar perfectamente", defiende este laborista, que admite que, sin embargo, "cualquier argumento puede entrar en la ronda de negociaciones" una vez los estados tengan que tomar la decisión. Para otro holandés, el conservador Jeroen Lenaers, mientras el gobierno español defienda Barcelona, ningún otro estado miembro pondrá en cuestión la candidatura por el proceso de independencia.

En todo caso, tanto Ní Riada como Tang defienden que el EMA se instale en Dublín y Amsterdam, respectivamente. "Idealmente, estaría muy bien que estuviera en Dublín y en Barcelona, pero eso no es realista, así que como irlandesa, obviamente, la quiero en Dublín", defiende la eurodiputada de Sinn Féin. Según ella, Irlanda sufrirá "un impacto económico grave por el Brexit" y acoger la Agencia Europea del Medicamento puede compensar el choque. "Además, tenemos unos trabajadores altamente formados y que el inglés sea una lengua común es bueno para hacer negocios a nivel global", remarca. "Será una decisión difícil, porque Barcelona es una ciudad fantástica, pero Amsterdam tiene buenas conexiones internacionales, el aeropuerto de Schipol, gente con mucha formación, que habla lenguas. Somos la puerta de entrada a Europa", asegura Tang.

¿El EMA en Estrasburgo?

El obstáculo más complicado para Barcelona, de hecho, podría no ser ni Amsterdam ni Dublín. Algunos eurodiputados quieren situar el EMA en Estrasburgo, en Francia, a cambio de cerrar la segunda sede del Parlamento Europeo, que actualmente está en esta ciudad. "Prefiero esta opción a la de Barcelona o Amsterdam", admite el holandés Paul Tang. "Sería una solución europea a un problema europeo, porque Estrasburgo se ha convertido en un símbolo de la cara fea de la Unión Europea", añade, en referencia al coste económico y medioambiental que supone trasladar a los 751 eurodiputados y todo su personal cada mes desde Bruselas hasta la ciudad francesa para la celebración de las sesiones plenarias.

"Para mí es absolutamente inaceptable", replica la eurodiputada francesa Anne Sander, que es, precisamente, de Estrasburgo. "De ninguna manera se puede sustituir el Parlamento por una agencia del medicamento", remarca, señalando que, en todo caso, la ciudad alsaciana tendría que acoger las dos instituciones, porque "son complementarias". "Si queremos ahorrar, repatriamos todas las actividades del parlamento a la sede de Estrasburgo, que cuesta 10 céntimos de euro por ciudadano", afirma Sander, optando, pues, por cerrar el edificio parlamentario de Bruselas.