Esta es la estratagema de los barones del PP de cara a las elecciones generales 2023: dilatar los acuerdos con Vox. El presidente de la formación, Alberto Núñez Feijóo, ha dado libertad a los líderes autonómicos sin mayoría absoluta (País Valencià, Aragón, Murcia, Extremadura o Balears) para negociar los acuerdos en las respectivas sesiones de investidura, pero ellos están dispuestos a presentarse sin haber cerrado ningún pacto con la ultraderecha, según han señalado fuentes a Europa Press. ¿El motivo? Que Vox se retracte y, ya de paso, anular el argumento que exprimirá el PSOE: "¡Que viene el lobo!".

La estrategia obligará al partido de extrema derecha a retractarse en la primera votación de investidura, que podría celebrarse antes del 23 de julio en casos como los de Murcia o Extremadura. "Que Vox vote que no y hago la campaña de las generales desde mi región", confiesa en privado a uno de los barones del PP. Otro de los presidentes añade: "Si me matan a mí antes de las generales, Vox se pega un tiro". Así pues, los populares reconocen que no hay "prisa" para las negociaciones y apuestan por dilatar los acuerdos con la ultraderecha. "Esto irá a fuego lento", reconoce otro dirigente autonómico.

Marcar distancia con Vox y la "vía Revilla"

Es decir, que los barones del PP están dispuestos a presentarse a la investidura sin Vox, aunque sea fallida. Al mismo tiempo, fijan líneas rojas. "No dejaré entrar a Vox en el gobierno de mi región", remarca a uno de los ganadores autonómicos. Eso es más fácil en comunidades como Balears, donde los populares suman más que toda la izquierda y les sería suficiente con la abstención del partido de extrema derecha. En el País Valencià o Aragón es necesario un "sí" para ser investido, de manera que no haya más votos en contra que a favor. En cualquier caso, la idea es marcar distancia con la ultraderecha en plena campaña para las elecciones generales 2023 porque el PSOE y Pedro Sánchez quieren utilizar los acuerdos con Vox para atacar el PP.

Los barones defenderán la idea de Feijóo que gobierne la lista más votada, pasando la pelota al partido de extrema derecha para que se retracten y voten que no como la izquierda. Sin embargo, fuentes populares confían en que se abra paso el renombre "vía Revilla" — en referencia a la decisión de permitir un gobierno en solitario del PP en Cantabria para evitar el pacto con Vox. En las Balears, los ecosoberanistas de Més per Mallorca ya estudian si facilitar la investidura de Marga Prohens para frenar la entrada de la ultraderecha al ejecutivo. "Estaremos a la altura de las circunstancias y no permitiremos que el neofalangismo entre en las instituciones", ha explicado el líder del partido mallorquín de izquierdas, Lluís Apesteguia.