Victoria socialista agridulce en Extremadura. El actual presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, vuelve a alzarse como primera fuerza de la región con 28 diputados en la Asamblea. Las campanas de cambio durante el breve periodo en el gobierno del popular José Antonio Monago, entre 2011 y 2015, vuelven a sonar en el Hospital de San Juan de Dios de Mérida. La candidata del PP, María Guardiola, única natural de la provincia de Cáceres de todos los partidos mayoritarios que concurrían en estas elecciones autonómicas, ha logrado el objetivo de incrementar los diputados electos en el hemiciclo, de 20 a 28, y tiene muchas opciones de poder gobernar, aunque no en solitario. Esto la convertiría en la primera mujer que lidera la región.

 

Vara no ha logrado su objetivo y ha perdido la cómoda mayoría absoluta con la que contaba desde 2019. Guardiola, con 28 representantes. podría lograr ser la nueva presidenta de Extremadura con un pacto con el Vox de Ángel Pelayo Gordillo con 5 diputados en la Asamblea. Podemos, con la ingeniera agrónoma Irene de Miguel como cabeza de lista, ha mantenido la última posición con 4 escaños. Ciudadanos, como ha sucedido en otras comunicados autónomas ha quedado fuera del hemiciclo, con su candidato Fernando Baselga. El barón socialista, oriundo de Olivenza, en Badajoz, y licenciado en Medicina y Cirugía, muy probablemente no volverá a gobernar durante los próximos cuatro años en la región. 

Pero se debe tener en cuenta la peculiaridad extremeña, donde todo está aún por decidir. Cabe recordar que cuando Monago accedió al poder lo hizo con los votos de Izquierda Unida (IU), que justificaron su apoyo al popular argumentando que fue la lista más votada. Pese a que no parece factible que vaya a pasar lo mismo con Vara, especialmente por parte de Vox, todo pude suceder en la hegemónica política regional de Extremadura.

Una noche de infarto para PSOE y PP

El escrutinio comenzó tranquilo para el actual presidente de la Junta, con una mayoría inicial, que hacía prever que Vara podría mantenerse durante cuatro años más en una amplia y cómoda mayoría absoluta. Pero una vez se contabilizaron más del 30% de las papeletas, el escenario comenzó a ponerse negro para los socialistas. El PP de Guardiola no paraba de crecer, especialmente en su provincia natal, Vox superaba los escaños de los sondeos y Podemos no acababa de arrancar y mantenía los diputados de las elecciones autonómicas de 2019.

Guardiola será, salvo sorpresas de última hora, la primer mujer que preside la Junta de Extremadura. El PP vuelve ocho años después del gobierno popular de Monago y el histórico dirigente socialista, Guillermo Fernández Vara, muy probablemente quedará relegado a la oposición. Una victoria del PSOE que dejará una retirada agridulce para el dirigente extremeño que ha capitaneado durante más de 12 años la región. 

Precampaña marcada por el AVE y la última candidatura de Vara

Como ya dijo en una ocasión Monago, respondiendo a las críticas del "despropósito" del AVE a Extremadura realizadas por el en aquel entonces alcalde de Barcelona, Xavier Trias, la mayoría de partidos que se han presentado en estos comicios autonómicos en la región han hecho alguna mención al tren de alta velocidad. Vara reclamó hace apenas un año dimisiones si no se arreglaban los fallos de "vergüenza" del tren de alta velocidad extremeño, por las incidencias y retrasos en los primeros días de puesta en marcha del nuevo tren Alvia de Renfe. "La situación se corrige sí o sí, o si no, uno se va", aseveró en julio de 2022. El barón socialista ha sido uno de los más críticos en el seno de su partido por temas similares a este, que lo han acercado a los postulados repetidos por los populares en los últimos años.

El socialista, este viernes, anunció que será la última vez que se presente como candidato a la Junta de Extremadura. Tras gobernar de 2007 a 2011 y desde 2015, estos comicios han marcado el fin de la era de Guillermo Fernández Vara. El histórico dirigente extremeño, tras más de una década al frente de la Junta, daría así por finalizada su "vida política" poco antes de cumplir los 70 años. Esta última legislatura se prevé convulsa, sin mayorías absolutas monopartidistas y un bloque fuerte de la derecha, con PP y Vox. Las dos provincias más grandes del Estado han hablado y cada una de forma diferente: mientras en Badajoz vence el PSOE, en Cáceres lo hace el PP. Todo está por decidir, en una autonomía marcada históricamente por el socialismo y el bipartidismo, que acabaría perdiendo su primera enseña política de identidad por segunda vez desde el retorno de la democracia.