Un nuevo pleno del Parlament, una nueva evidencia de la soledad en la que se encuentra el Govern monocolor de Esquerra Republicana. Aunque hasta ahora el Ejecutivo ha podido caminar sin que el resto de grupos parlamentarios haya puesto muchos obstáculos desde la ruptura del Ejecutivo hace poco más de un mes, ERC no ha podido evitar todavía que, en la cámara catalana, el resto de partidos presenten una contundente oposición. Este jueves también ha sido así, cuando los republicanos han tenido que hacer frente a lo que discutiblemente ha sido el obstáculo más incómodo. Y es que el Parlament ha constado "la pérdida de confianza" hacia el president de la Generalitat, Pere Aragonès, a pesar de los intentos de ERC para esquivarlo.

No ha sido una moción de censura, que de momento ningún partido de la oposición se ha atrevido a presentar, ni tampoco una cuestión de confianza, que solo puede presentar el mismo Aragonès, a pesar de algunos reclamos a lo largo de las últimas semanas. Pero ha sido lo que más se le ha parecido. De forma encubierta, la moción, presentada por Junts per Catalunya, ha servido para dejar solo el presidente y su partido, y reunir en un solo frente los 102 escaños que tiene en contra. "El Parlament de Catalunya constata la pérdida de confianza de la mayoría parlamentaria que permitió la investidura del presidente de la Generalitat de Catalunya al inicio de la legislatura", ha dicho la breve iniciativa. ERC ha terminado por abstenerse, con Cs y el PP. Todo el resto de partidos han dado apoyo, excepto Vox, que no ha querido participar en la votación.

Junts carga con contundencia; ERC replica

La moción ha sido el principal aliciente de esta jornada parlamentaria, y también el debate que ha suscitado entre Junts y ERC. El portavoz de Junts, Josep Rius, ha cargado con contundencia contra sus exsocios, tachando el actual Govern de "débil" y acusándolo de haberse quedado solo, perdiendo el apoyo de 41 diputados "en un tiempo récord". Así, ha criticado que no haya sabido cumplir ni los acuerdos con Junts ni la CUP, pero tampoco con el PSC y los comuns. Ante esto, ha advertido a ERC sobre qué tendría que hacer. "Los regímenes democráticos tienen medidas para acreditar su situación, pero a pesar de eso el Govern y el presidente siguen hablando de inestabilidad", ha dicho, después de que hayan rechazado cualquier cuestión de confianza. "¿Desde cuándo el control democrático genera inestabilidad? Todo al contrario, solo genera confianza entre los ciudadanos", ha reivindicado, reconociendo, sin embargo, la poca probabilidad de que Aragonès acabe ofreciendo su cargo a la cámara por su propio pie.

 

De hecho, así lo ha advertido la portavoz de ERC. Marta Vilalta ha respondido para el grupo de los republicanos (Pere Aragonès ha evitado estar en el plenario durante este debate) para lamentar que Junts no quisiera asumir sus propuestas para modificar la moción. Así, ha celebrado el trabajo del ejecutivo desde la salida de los de Borràs y Turull, rechazando cualquier otra vía que no sea la continuidad del Govern monocolor de ERC. "Dicen que se ha perdido la confianza, de acuerdo. ¿Y qué hacemos? ¿Elecciones? ¿Una moción de censura alternativa?", ha interrogado. "Nosotros no estaremos en estas propuestas irresponsables". Vilalta ha reivindicado a los republicanos y ha querido ofrecer la mano a Junts para que los den apoyo a pesar de haber salido del Govern, aunque sea "medida en medida y ley a ley". "Se ha roto la mayoría de investidura, es cierto, pero la queremos recomponer". Ahora bien, el ofrecimiento también ha ido seguido de una crítica feroz hacia Junts que ha culminado con una acusación dura: "Con esta moción constatamos que sus objetivos de legislatura solo son desgastar ERC".