El golpe sobre la mesa de negociación con Junts per Catalunya que Pere Aragonès plantificó este sábado ha removido el tablero por la investidura y el nuevo Govern. Con el aliento de la repetición de elecciones en la nuca si no se llega a un acuerdo esta semana, ERC ha resucitado las conversaciones con los comunes. Después de que la primera cita entre ambos partidos, este lunes, haya abierto la puerta al apoyo de los de Jéssica Albiach para la investidura, uno de los principales dirigentes de esta formación, Jaume Asens, ha sacudido el panorama afirmando que "para ERC la independencia no es una prioridad inmediata".

Las palabras del la ex mano derecha de Colau se han indigestado en las filas republicanas, donde han salido en tromba a tirar de las orejas a Asens. "Nosotros no abaratamos ni abarataremos los sueños como habéis hecho vosotros con el 15-M", ha sido la réplica de la portavoz y secretaria general adjunta de ERC, Marta Vilalta. A través de su Twitter ha querido dejar claro que "la independencia de Catalunya y construir una República de derechos y libertades para todo el mundo es el objetivo de ERC, ahora y siempre".

El revuelo por las declaraciones de Asens en RTVE poniendo en duda el compromiso independentista de ERC llega justo al día siguiente que el jefe de filas de los republicanos en el Congreso, Gabriel Rufián, protagonizara una reunión al más alto nivel con la vicepresidenta tercera del Gobierno, Yolanda Díaz, de Podemos. Ambos comparecieron conjuntamente para comprometerse a seguir trabajando juntos de ahora en adelante. Horas después, un grupo de manifestantes protestaba en las puertas de la sede de ERC, acusando al partido de traición al independentismo.

Demasiada gente nerviosa que habla de ERC

Visiblemente molesto, Rufián ha comparecido desde el Congreso para recriminar que con la agitada situación que vive la política catalana "hay mucha gente nerviosa" que "habla de ERC quizás demasiado". Específicamente ha reprochado a Asens que "o miente o no se entera de nada", y ha advertido a los comunes que su partido no acepta "la división tramposa" entre ser de izquierdas o independentista. "ERC no abarata sus objetivos", ha insistido, recordando que su organización tiene a su presidente encarcelado precisamente por luchar por la independencia.

Más allá de este pique público, esta tarde ERC y los comunes vuelven a reunirse para explorar la posibilidad de cerrar un acuerdo in extremis para que los 8 diputados de En Comú Podem voten a favor de investir a Aragonès. En paralelo, los republicanos esperan verse también con Junts, para calibrar hasta qué punto es posible conseguir su apoyo y evitar nuevas elecciones. En cualquier caso, fuentes de ERC garantizan que de ninguna manera irán a buscar al PSC, aunque eso suponga tener que volver a las urnas en verano.

En la imagen principal, Junqueras y Aragonès la noche de las elecciones. / EFE