Las Terres de l'Ebre, y más concretamente el Montsià, vivieron este domingo una jornada muy difícil, por las intensas lluvias, con acumulados de récord que provocaron graves inundaciones, incontables daños materiales (no se ha registrado ninguna víctima mortal) y momentos muy difíciles en pueblos como Mas de Barberans, el Godall o Santa Bàrbara. Estas intensas precipitaciones coincidieron con el día de La Hispanidad y el president de la Generalitat, Salvador Illa, asistió al desfile militar en Madrid por segundo año consecutivo y participó de la recepción a la sociedad civil en el Palacio Real. El hecho de que el president estuviera en Madrid al inicio de la jornada (según su equipo a las 17:20  había aterrizado en Barcelona y se dirigió hacia su municipio, la Roca del Vallès, para conectarse a las reuniones del CECAT) ha levantado muchas críticas en todo el país, empezando por la de Carles Puigdemont o las de uno de sus socios prioritarios en el Parlament, Esquerra Republicana. En la rueda de prensa posterior a la reunión de la Ejecutiva del partido, el portavoz republicano, Isaac Albert, ha considerado que el president "tenía que estar al pie del cañón, en Catalunya, y no en el Palacio de Real". "La ambición de gobernar un país como Catalunya y también la gestión de la cual tanto le gusta hacer bandera, quiere decir que ayer tenía que estar en el Palau de la Generalitat, atendiendo y pensando en el sur del país y no rindiendo pleitesía a la monarquía", ha insistido Albert. 

Preguntado de nuevo por esta cuestión, el portavoz ha recordado que diferentes presidentes de comunidades autónomas presididas por el PP (Murcia, las Islas Baleares o la Comunidad Valenciana) decidieron no asistir a este acto anual en Madrid, ante el riesgo que había en sus territorios de grandes inundaciones, como las que han tenido lugar en el Montsià. La catastrófica situación en el País Valencià tras la Dana que arrasó varios municipios de la Horta Sud, con centenares de muertos, con una gestión pésima por parte de Carlos Mazón ha provocado que los dirigentes estén más atentos en este tipo de contextos. "El president de Catalunya, como el resto de presidentes que no fueron, no tenía que estar en el Palacio Real, sino en la Generalitat y si fuera necesario, bajar al sur del país. El president no estaba donde le tocaba", ha insistido el portavoz de Esquerra. 

Un Govern más débil tras el debate de política general

Los socios preferentes del Ejecutivo de Illa, así los ha definido el propio president, han aprovechado la ocasión para valorar el debate de política general, donde la mayoría de sus propuestas salieron adelante. Según ERC, el Ejecutivo salió más debilitado del Parlament, después de que algunas de sus grandes propuestas, como el Acuerdo de País por la Vivienda con el que Illa puso sobre la mesa la construcción de hasta 210.000 pisos, se hundiera en el hemiciclo y sólo contara con el apoyo de los 42 diputados socialistas. Así, el debate "mostró la debilidad del Govern", según Albert, que volvió a reprochar su falta de ambición y que se hiciera bandera de la gestión, dos cuestiones que considera "indisolubles". Respecto de una eventual negociación por los presupuestos que dependen, en gran medida, de los avances en el nuevo modelo de financiación, ha manifestado que Illa y Pedro Sánchez, que también necesita el apoyo de los siete diputados de ERC en Madrid, lo tienen "muy fácil" para poder negociar con ellos: "Solo tienen que cumplir con Catalunya".