La gran apuesta estratégica de Esquerra Republicana es una, el diálogo con el Gobierno, con dos objetivos: la amnistía y la autodeterminación. El primero consideran que se está alcanzando por la vía de los hechos: indultos, supresión de la sedición, reforma de la malversación... Ahora es el momento de entrar en una "segunda fase", como dicen los mismos republicanos: la de negociar el referéndum. Así se recoge en la ponencia política que se debatirá y votará en el congreso nacional del próximo 28 de enero. Parten de la base del acuerdo de claridad que propuso el president Pere Aragonès para empezar a hablar de las condiciones de esta votación, que pretende ser negociada con el Estado. Ellos hacen su propuesta, una mayoría reforzada del 55%, pero quieren abrir un "debate social" para ponerlo encima de la mesa del Gobierno. Trabajan sin plazos preestablecidos.

La ponencia polítca de ERC parte de diferentes referentes para proponer sus condiciones. La más relevante son los umbrales, que se basan en la experiencia de Montenegro (avalada por la Unión Europea): una participación mínima del 50% y un mínimo del 55% de apoyo al . Fuentes republicanas insisten en que simplemente es su propuesta de condiciones y las pone "a disposición del debate público". Defienden la mayoría calificada del 55% por varios motivos: por antecedentes internacionales pero también para hacerlo más homologable a nivel europeo y "más inclusivo". "Ganaremos mucha legitimidad si ganamos con el 55%, es incontestable y lo podemos tener si se percibe como el referéndum definitivo", justifican estas fuentes. Lo que tienen claro es la "mayoría del 80%" que apoya la herramienta del referéndum, que va mucho más allá de los votantes independentistas. Y, tras un debate social, quieren poner este acuerdo de claridad encima de la mesa del Gobierno. Estos porcentajes son los que más discusión interna han generado.

Más allá de los umbrales, ERC también apuesta por una "pregunta clara" como la del 1-O y por uno demos como el de Escocia en 2014: todas las personas residentes en Catalunya mayores de 16 años y todas aquellas residentes que tengan derecho al voto en las elecciones en el Parlament de Catalunya. Asimismo, el documento establece, en la misma línea que el Tribunal Supremo canadiense, que "una victoria del tendría que dar lugar a un proceso de negociación de buena fe entre los gobiernos catalán y español, con mediación europea e internacional, de cara a llegar a un acuerdo que permita la creación de una República Catalana independiente reconocida a nivel internacional".

Lo que plantea la ponencia de los republicanos es que hay que iniciar una nueva etapa de la mesa de diálogo. La primera fase se ha centrado sobre todo en la desjudicialización, y según Calabria se han empezado a ver los frutos, que consideran "de facto" los efectos de una amnistía: "De apostar públicamente por que los líderes independentistas cumplieran íntegramente la condena de prisión y tipificar el delito de referéndum ilegal a sentarse en una mesa de negociación aceptando hablar de todo, indultar parcialmente a los presos y presas políticos y tramitar la derogación de la sedición".

Ahora quieren entrar en una "segunda fase" del diálogo, a partir de la propuesta de acuerdo de claridad hecha por el president Pere Aragonès en el ebate de política general. "No queremos que eso nos impida entrar en la agenda política. Hechos los primeros pasos, que consideramos bastante importantes, pedimos al Gobierno que asuma el gran consenso político y social que existe en Catalunya", señalan las fuentes. Eso sí, evitan establecer calendarios concretos. "Mucho más necesario es que el Govern de la Generalitat empiece el debate social y visibilizar esta fuerza social", sostienen desde ERC.

Segundo bloque: la gobernabilidad

La ponencia política de ERC está dividida en dos grandes bloques: la estrategia política en el conflicto político con el Estado y el "buen gobierno" de la realidad diaria. En este segundo bloque se centran en la "construcción de soberanía" en todos los ámbitos, con ejemplos concretos de políticas puestas en práctica por Esquerra Republicana a nivel nacional y municipal. Los republicanos quieren demostrar "lo que podríamos hacer con un Estado", que "el independentismo mejora las condiciones de vida de la gente" e incluso "aproximarse" a personas que no se consideran independentistas "a través del buen gobierno y las buenas prácticas". Reivindican múltiples soberanías, desde la económica y energética hasta la soberanía social, democrática o feminista, pasando por la soberanía lingüística y cultural.

Este documento, elaborado por un equipo redactor escogido por la ejecutiva, se abre ahora a la militancia para que pueda hacer sus aportaciones a través de enmiendas. A principios de enero, estas enmiendas serán debatidas y aprobadas por los congresos territoriales y sectoriales del partido. La aprobación final de la ponencia política tendrá lugar el próximo sábado 28 de enero, en el plenario del Congreso Nacional de la formación.