Catalunya sigue acumulando citas excepcionales. La medianoche de este jueves arranca la campaña electoral más inédita de la historia reciente. Si la de las últimas elecciones en el Parlament, las del 21 de diciembre de 2017, pasaron a la posteridad para ser las primeras que se hacían con los principales líderes políticos independentistas encarcelados, esta vez la pandemia deformará de arriba abajo la campaña: sin cánticos, sin paseos y con aforos limitados. Contra las adversidades, ERC guarda un as en la manga: el efecto Junqueras.

Según confirman fuentes del partido a ElNacional.cat, ya han activado los trámites para que su presidente pueda salir de Lledoners para participar en la campaña electoral del 14-F. El exvicepresident cumple la cuarta parte de su condena de 13 años de prisión, el próximo 30 de enero. Eso quiere decir que podrá empezar a disfrutar de permisos ordinarios para pasar jornadas fuera de la cárcel. Concretamente puede disponer de 36 días el año. Además, la conselleria de Justicia, en manos de ERC, ultima una nueva concesión del tercer grado a los presos, que el Supremo suspendió en diciembre. 

Tras cuatro Navidades encerrados y cinco campañas electorales -las catalanas de 2017, las españolas del 28-A y el 10-N de 2019 y las municipales y europeas de mayo de hace dos años- ERC tiene la oportunidad de contar con su as para jugar la partida. Hasta ahora lo había podido hacer sólo de manera virtual, con conexiones y entrevistas hechas entre rejas. "Es evidente que nosotros lo querremos en campaña, y él quiere estar", aseguran desde su entorno más próximo.

Forcadell, Bassa y Romeva

Este miércoles, justo a las puertas del inicio de campaña, se reúnen las juntas de tratamiento, de quienes depende la aprobación de estos permisos. "Estamos mirando qué podría hacer, en qué horas y qué días", explican desde de ERC a este diario. "Él tiene muchas ganas... y le tiene unas ganas a los socialistas", apuntan. Al mismo tiempo, señalan que tiene interés en poder hablar con el territorio y verse, en la medida en que la pandemia lo permita, con los vecinos para saber cómo están pasando la crisis del Covid. En cualquier caso, explican que, sobre todo, lo que más quiere es estar con la familia, tal como él mismo explicaba hace unos días en esta entrevista en ElNacional.cat.

Además de Junqueras, los republicanos también confían en poder contar con Carme Forcadell, Dolors Bassa y Raül Romeva, en que en las próximas semanas también habrán llegado a agotar una cuarta parte de sus respectivas condenas. La expresidenta del Parlament lo hará el 2 de febrero, mientras que los exconsellers no cumplirían el plazo, en principio, hasta el 16 de febrero.

Actualmente, después de que el Supremo decidiera revocar el tercer grado que se les había concedido, los presos políticos están en segundo grado. En este régimen, la concesión de los permisos depende de la junta de tratamiento, en función de la evolución del preso. Si la solicitud es para dos días, la propuesta es de la junta y la resuelve el Servicio de Clasificación de la Secretaría, que depende de Justicia. En cambio, cuando el permiso pedido va entre los tres y ser días, la última palabra la tiene el juez de vigilancia penitenciaria.

¿Se cumplirán los sondeos?

Si hace sólo unos meses la inmensa mayoría de sondeos pronosticaban que ERC podía ganar cómodamente las elecciones, a medida que se acerca la fecha, sus rivales han ido recortando distancias. Así lo detectan también los propios trackings internos que manejan en la sede de Calabria, donde perciben hace días que el factor Illa ha servido al PSC para acortar la diferencia y disputarles el primer cajón del podio. ​Desde la dirección republicana confían en que a los socialistas les acabe pasando factura "el error" de judicializar la fecha de las elecciones.

Al otro lado, las últimas encuestas hechas públicas vaticinan también una remontada de posiciones de Junts per Catalunya. EN ERC saben muy bien qué se saborear el triunfo a las encuestas y que los de Puigdemont les acaben descabalgando en las elecciones en el Parlament. Con todo, confían en que las victorias alcanzadas en las últimas citas con las urnas, en las municipales y en las generales, sean una tendencia que se acabe consolidando este 14 de febrero. O el 30 de mayo, si es que finalmente el TSJC accede a aplazar los comicios tal como pide el Govern de la Generalitat y la mayoría de partidos.

Realismo y vía amplia

ERC ha presentado este lunes su lema de campaña: 'Vía amplia a la independencia', en contra de aquellos que, según ha apuntado Marta Vilalta, apuestan por ser "pocos y puros" y transitar por una "vía estrecha".

La portavoz de los republicanos ha evitado mencionar explícitamente a Junts per Catalunya, pero se le ha entendido perfectamente por quién iba la afirmación. De hecho, ha acompañado el discurso de una crítica abierta a las declaraciones del candidato de JxCat que ha dimitido después de decir "puta histérica" a Colau. "Defendemos un proyecto totalmente diferente de lo que representa", ha aclarado Vilalta. El pilar de esta vía amplia es, tal como lo ha definido, aplicar una hoja de ruta "realista y útil" que permita al independentismo superar el 50%.

A pesar de la negativa que ha recibido ya a ambos lados, desde de ERC siguen apostando por liderar un Govern que sume JxCat, la CUP, los comunes y el PDeCAT, y se presentan como la única opción que puede hacer de "rótula" entre todas estas fuerzas para que los catalanes no tengan que escoger entre un gobierno de izquierdas o uno independentista.