Las reglas sobre el uso de las cookies o galletas de un sitio web cambiará a partir de este jueves 11 de enero, cuando se acaba el plazo para que las empresas implementen los nuevos criterios, establecidos el pasado mes de julio por La Agencia Española de Protección de Datos (AEPD). La nueva guía se adaptó a las directrices que el Comité Europeo de Protección de Datos publicó hace un año, y que tenían como objetivo garantizar al usuario una mejor gestión de las cookies a través de un diseño claro y una información concisa y transparente.

Un diseño claro

La idea principal es que las opciones de aceptar o rechazar las cookies se tienen que presentar de manera que sea igual de sencillo hacer una acción o la otra. Así, la guía del AEPD incluye recomendaciones sobre cómo tienen que ser las opciones con respecto al tamaño, el color o el sitio donde aparecen para evitar el uso de diseños engañosos. Indica que se tiene que utilizar un botón "fácilmente visible" que incluya palabras como "aceptar" o "consentir", y "rechazar" para la opción contraria. También habría que destacar al mismo nivel la posibilidad de "configurar" el uso de los diversos tipos de galletas. Este último botón tendría que llevar al usuario a una ventana de configuración donde pueda escoger como personalizar su navegación.

La AEPD subraya que el mensaje que informa sobre las cookies no puede dar al usuario la sensación que tiene que aceptarlas de forma obligatoria, ni tampoco se tiene que diseñar de manera que lleve al usuario a dar un consentimiento involuntario. En este sentido, apunta que los botones con las palabras "aceptar" y "rechazar" tendrán que tener el mismo contraste entre el texto y el fondo a fin de que se pueda leer bien.

Un lenguaje sencillo

La guía de cookies hace énfasis en el hecho de que la información tiene que ser "concisa, transparente e inteligible", de manera que la pueda comprender un "usuario medio". Así, por una parte, y especialmente en sitios web dirigidos al gran público, se debe evitar hacer uso de tecnicismos, y, por otra parte, tampoco se permite incluir frases que provoquen confusión, como aquellas que afirman que el uso de cookies "crea una mejor experiencia" para el usuario o "mejora su navegación". Además, la información tiene que ser de fácil acceso, de forma que no obligue al usuario a buscarla, sino que se le presente de forma evidente. En este sentido, la información debe seguir siendo accesible incluso si el usuario decide dar su consentimiento para el uso de las cookies y, de hecho, su acceso no tiene que suponer más de dos clics.

La alternativa a las cookies no siempre será gratuita

La nueva guía sobre el uso de las cookies del AEPD detalla que las plataformas no podrán bloquear el acceso al contenido a través de un "muro de cookies" cuando el usuario no acepte las galletas. En este supuesto, tendrán que ofrecer una alternativa que "no necesariamente tendrá que ser gratuita". Por lo tanto, en algunos casos, rechazar las galletas ya no saldrá gratis a los usuarios, que se encontrarán con dos opciones: aceptar el seguimiento de las galletas y la publicidad personalizada, o pagar para evitar la instalación de las galletas. Sin embargo, se trata solo de una posibilidad, y no de una obligación, y dependerá de cada sitio web escoger si reclama un pago o permite el acceso gratuito al contenido a pesar de no aceptar las cookies.