El exjuez Elpidio José Silva no hace una valoración positiva del juicio al procés ahora que ha quedado visto para sentencia. El exmagistrado considera grave que la justicia española sea ''de corte totalitario y en absoluto independiente'' y afirma que ''en el año 2019, unos políticos catalanes han sido enjuiciados por los restos y los ecos del franquismo''. Silva cree que la sentencia ya está escrita y por eso ve que las conclusiones de las defensas ''no tienen ningún sentido''. Sin embargo, valora especialmente, de los alegatos finales, la intervención de Jordi Cuixart haciendo un llamamiento a la movilización de la ciudadanía.

En declaraciones en la ACN, Silva se muestra muy crítico con el sistema judicial español y cree que  el proceso judicial abierto a los políticos catalanes responde a su ''ideología''. Lo atribuye al hecho de que el ''formato'' de la justicia española es ''franquista y autoritario'' y pone de ejemplo la suspensión de la exhumación de Franco o el cambio de criterio con las hipotecas. Por eso, para Silva, "el brazo" de la justicia está en manos de la ultraderecha que ha hecho "imposible'' que los políticos catalanes hayan tenido un juicio ''justo, equitativo, con igualdad de armas'' y adaptado al convenio de los derechos humanos.

Irregularidades

El exjuez recuerda que desde el inicio el procedimiento judicial ha tenido ''irregularidades", aparte del relato ''infame e insoportable'' que se ha oído los últimos meses, y reitera que ni el Tribunal Supremo ni la Audiencia Nacional son competentes para hacerse cargo de esta causa.

Respecto al papel que ha hecho el presidente del Tribunal Supremo, Manuel Marchena, Silva destaca que tiene una experiencia ''nula'' en la celebración de juicios, defiende que no tendría que haber asumido esta competencia y cree que ha tenido una actuación ''de vergüenza y lamentable''. En este sentido, critica que se haya permitido desarrollar pruebas testificales sin los vídeos que puedan acreditar las palabras de los testigos como ''elementos fundamentales de contraste'' y que, a su parecer, hubieran servido para demostrar que las declaraciones de algunos testigos de la acusación les faltaba ''fundamento''.

Violencia y rebelión

En la opinión de Silva, las acusaciones de violencia que tiene que acompañar el delito de rebelión no han podido quedar acreditadas ni tampoco la ''idoneidad'' que se tiene que dar para ''sustituir'' las instituciones del Estado''. Para Silva, en los vídeos como ''piezas de convicción también hubieran podido servir'' para demostrar la posibilidad de que los testigos de la acusación hayan podido mentir y cometer ''de manera sistemática'' el delito de falsedad de testimonio en causa judicial.

Silva también critica que el magistrado Marchena haya dicho que lo que no le incumbe no se ha de ''volcar'' en el plenario y fija que sólo este hecho podría servir para declarar la ''nulidad'' de la causa que podría tener eficacia en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo (TEDH).
Sin embargo, no tiene ninguna confianza en este Tribunal porque lo considera también político, vinculado al OCDE, cargado de trabajo y con muchas presiones diplomáticas.

"Desamparados y desvalidos"

El exmagistrado señala que la causa catalana corre en paralelo al Brexit, y cree que ''no será fácil'' que el TEDH les dé la razón, tal como ya se ha demostrado en las dos últimas resoluciones. Silva, que sostiene que ''uno tiene que tener justicia en su país'', ve a los políticos catalanes ''desamparados y desvalidos'' y cree que no tienen protección más allá de la ''nación catalana'' y ''los 2,5 millones de catalanes que se han dado cuenta de que no viven en una democracia''. Para Silva, es necesario que se tome conciencia y permitir que el pueblo catalán exprese sus derechos. Para el exjuez, puede ser que actualmente España no sea un país democrático después de 40 años de franquismo.