Hasta horas antes de la exhumación, Vox ha intentado detener la exhumación de Francisco Franco del Valle de los Caídos. Pero el Tribunal Supremo le ha dado este miércoles el último portazo en los morros. Primero el partido de extrema derecha lo llevó a la Junta Electoral Central, que inadmitió la petición de suspender el traslado del dictador durante el periodo electoral. Después acudieron al Tribunal Supremo, que hace una semana ya les denegó la medida "cautelarísima" con carácter de urgencia. Este jueves, la sala contenciosa-administrativa ha rechazado nuevamente la medida de suspensión cautelar solicitada por la formación de Santiago Abascal.

En su auto, el tribunal argumenta que, sin entrar en el fondo de la cuestión, el acuerdo recurrido "no tiene nada que ver con el procedimiento electoral". Los magistrados recuerdan a Vox que, si cree que hay una vulneración de la legislación electoral, "puede ejercitar cuántas reclamaciones y recursos electorales crean convenientes", pero ante la Junta Electoral Central.

La sala ha acordado también imponer las costas --una cantidad máxima de 600 euros por todos los conceptos-- al partido político de extrema derecha "después de haber sido desestimadas todas sus pretensiones".