El Govern ha pedido este mediodía el aval del Tribunal Superior de Justícia de Catalunya para aplicar el toque de queda nocturno este fin de semana.

La medida afecta ya a 161 municipios, después de que hoy se hayan incorporado tres municipios más a la lista: Altafulla, Santa Cristina d'Aro y Caldes d'Estrac.

El Govern prevé instaurarlo este fin de semana y que se alargue siete días. La intención es pedir al TSJC una prórroga semanal en función de los datos sanitarios y de contagio de la covid-19. Pero todo depende de que el TSJC autorice la medida que justo se ha presentado este mediodía en el alto tribunal catalán.

"Hemos sido impecablemente metódicos, cuidadosos y quirúrgicos", ha dicho, en primera persona, la portavoz Patrícia Plaja, sobre la decisión de aplicar el toque de queda. Y ha argumentado el derecho al descanso y derecho a recuperarse del personal sanitario ante el agotamiento físico y mental.

El Govern admite que siete días no serán suficientes, pero para evitar la "incomodidad que puede provocar en la población" anunciar e instaurar un toque de queda de dos semanas, se ha decidido aplicar el toque de queda una semana y revisar periódicamente la situación y también los municipios y alargar en función de estos datos. "Está claro que en una semana de confinamiento nocturno no tendremos suficiente para revertir la situación", ha dicho Plaja.

El toque de queda se plantea a partir de la resolución del Tribunal Superior de Justicia del País Valencià que autoriza un toque de queda esta misma semana pedido por la Generalitat Valenciana. "En este sentido fuimos a remolque", ha admitido el conseller de Salut, Josep Maria Argimon. Y es que el Govern anunció unas medidas el lunes, cerrando las actividades a las 00:30 h y limitando los encuentros a 10 personas, y 24 horas después anunciaba que estaba preparando un toque de queda que confirmó ayer en una comparecencia televisada y sin preguntas de los medios de comunicación el president, Pere Aragonès.

Más policía en la calle para controlar la ciudadanía

Más de 300 mossos d'esquadra controlarán que a partir de hoy a las 00:30 h no haya nadie en la calle. Aunque el toque de queda todavía no está autorizado por el Tribunal Superior de Justícia de Catalunya, el Govern ha decretado el final de las actividades media hora después de la medianoche a partir de hoy. Son más de 110 dotaciones nuevas en lugares donde pueda haber aglomeraciones de jueves a domingo. Los Mossos estarán reforzados por las policías locales.

"Estamos convencidos de que habrá otra responsabilidad de los ciudadanos", ha dicho el conseller de Interior, Joan Ignasi Elena. Se activarán 17 dotaciones de orden público con 100 agentes; 61 unidades de Seguridad Ciudadana con 128 agentes; y 70 agentes de paisano. 75.000 horas más de patrulla de mossos en total.

Aunque el toque de queda no está decretado, Elena ha querido exponer que la conselleria tiene que anticiparse al riesgo y a la decisión del TSJC para que se pueda aplicar cuando el tribunal se pronuncie.

Tienen que controlar el final de las actividades y los posibles encuentros de más de 10 personas que pueda haber en los espacios públicos. El incumplimiento de las medidas se sanciona con la misma base legal que hasta ahora el Decreto-ley 30/2020, de 4 de agosto. Las sanciones seguirán oscilando entre los 300 y los 6.000 euros.