Los presos políticos han llegado este martes al Congreso custodiados desde Soto del Real y han ocupado escaños en las primeras filas del hemiciclo del Congreso -justo detrás del Gobierno los de JxCat y en la segunda fila, el republicano Oriol Junqueras-. Se han podido mover dentro del espacio que marca el hemiciclo y el bar de los diputados. Han saludado compañeros de escaño y miembros del Gobierno, incluido el presidente, Pedro Sánchez, y el ministro Josep Borrell o la número dos de Cs, Inés Arrimadas. Han prometido acatar la Constitución "desde el compromiso republicano", con lealtad al mandato, del 1-O y al pueblo catalán y como "presos políticos". Y han votado la nueva Mesa que presidirá Meritxell Batet. Pero, sobre todo, lo que han conseguido es trasladar al pleno de la Cámara la excepcionalidad política de Catalunya y la denuncia de la situación de prisión que sufren.

El Congreso no ha podido girar hoy la espalda a los presos, sin embargo, todo apunta que será sólo por unos días porque en los pasillos del Congreso casi nadie duda de que la Mesa activará de manera inmediata el mecanismo para su suspensión, tan pronto como, los letrados hagan el informe previo.

Esta mañana, sin embargo, entre los diputados veteranos que han recuperado sus escaños y los nuevos, que intentaban descubrir qué les espera en la Cámara, los presos políticos se han convertido en los protagonistas de la jornada. Todo, en un hemiciclo en que Vox ha querido dejar claro su desembarque con 24 diputados situando a su líder, Santiago Abascal, justo detrás de Pedro Sánchez.

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Tensión en las votaciones

El momento de mayor tensión de la mañana ha sido el de las votaciones, cuando los diputados han jurado o prometido acatar la Constitución. La republicana Montse Bassa ha prometido "por la libertad de los presos políticos, para la República catalana y por imperativo legal" y Laura Borràs, de JxCat, "con lealtad al mandato democrático del 1-O y al pueblo catalán y por la libertad de los presos y exiliados".

Y las protestas han estallado con gritos y patadas de una parte de los escaños, esencialmente Vox y Cs, pero también diputados populares, lo cual ha hecho inaudibles sus palabras. Desde Cs, Albert Rivera ha intentado detener la votación, pero Batet, ya como presidenta de la Cámara, no lo ha permitido.

Todos los diputados independentistas han prometido, con una u otro fórmula, haciendo referencia a la lealtad al 1-O y la libertad de los presos. Oriol Junqueras ha prometido "desde el compromiso republicano, como preso político y por imperativo legal," mientras una parte del hemiciclo, esencialmente Vox i Cs, intentaban silenciarlo con protestas y golpeando los escaños. Prácticamente ninguna intervención ha sido audible ante la bronca de los diputados conservadores y de ultraderecha.

La intervención de Sànchez, Turull y Rull ha provocado además protestas añadidas y furibundas de Ciudadanos porque mientras intervenían han sido gravados por otros compañeros de grupo con el móvil.

No han sido los independentistas los únicos en aprovechar el juramento para lanzar sus reivindicaciones. Ha habido diputados que han prometido por la libertad de expresión, por la democracia, contra el fascismo, contra el racismo. "¡No pasarán!", ha gritado una diputada del grupo de Podemos mientras Abascal juraba: "¡Por España!" y Rivera prometía "defender la Constitución".

Cuando ha acabado la votación, Rivera ha denunciado las fórmulas utilizadas para el juramento que se hubiera permitido hablar de presos políticos en el hemiciclo. La situación, sin embargo, no ha cogido por sorpresa a Batet que incluso ha llegado armada de jurisprudencia al respecto. "No es la primera vez que se utilizan fórmules diferentes para jurar o prometer", ha replicado.

Precisamente, en el discurso con que ha cerrado la sesión, Batet ha hecho un llamamiento a los diputados a no degradar y a evitar "gritos, insultos y faltas de respeto".

Recibos con aplausos

Los presos habían sido recibidos con aplausos cuando han accedido al hemiciclo a media mañana. Han entrado por una puerta lateral y no se les ha podido ver por los pasillos de la Cámara. Pero fuera del hemiciclo ha resonado perfectamente la ovación que les han dedicado cuando han accedido al hemiciclo el resto de diputados independentistas y parlamentarios de otros grupos, además de los miembros del Govern de la Generalitat y el Parlament que ocupaban la tribuna de invitados, entre los cuales, el vicepresidente del Govern, Pere Aragonès, y con el vicepresidente de la Cámara catalana, Josep Costa, y diferentes diputados de JxCat y ERC.

Junqueras se ha sentado al lado de Gabriel Rufian, en la segunda fila al lado del pasillo. Jordi Sànchez, Jordi Turull y Josep Rull se han sentado en los escaños de la primera fila que les han reservado sus compañeros de grupo a primera hora de la mañana, dado que el primer día cada uno ocupa el escaño que encuentra libre. Al lado de Sànchez, en el otro lado del pasillo, estaba el líder de Ciutadans, Albert Rivera.

Los lazos amarillos salpicaban diferens espacios del hemiciclo. Aparte de los diputados de JxCat y ERC, también parlamentarios de Bildu y PNV los lucían en la solapa. No obstante, esta mañana el protagonismo ha sido para las camisetas reivindicativas, como la de Montse Bassa, hermana de Dolors Bassa, con la fotografía de la consellera y el lema Libertad Presos Políticos.

Acción Antifascista

Sin duda, la que ha conseguido más notoriedad ha sido la de la diputada republicana Marta Rosique, que, con 23 años, ha formado parte de la Mesa de edad y se ha encargado de leer los nombres de los diputados desde la tribuna vestida con una camiseta negra con una estelada de Acción antifascista Països Catalans. La velocidad con que la joven diputada ha leído el listado de nombres para la votación ha provocado un auténtico colapso en la primera votación para la designación de la presidencia de la Mesa.

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Mientras se hacían las votaciones y los recuentos, los presos se han movido entre los escaños sin problemas, han saludado a parlamentarios, muchos se han acercado a ellos, incluso se han hecho selfies. El momento que ha provocado más expectación ha sido cuando Junqueras ha saludado a Pedro Sánchez después de votar, además de mantener una larga conversación con el ministro Josep Borrell. Lo mismo ha hecho, detrás suyo, Josep Rull. De hecho, las conversaciones con los ministros han sido numerosas.

Saludo con Arrimadas

La extraña normalidad que unos y otros han querido dar a la situación ha dado pie a que los presos se cruzaran saludos con diputados de Ciudadanos como Joan Carles Girauta y José Manuel Villegas o la misma Inés Arrimadas. El saludo con Arrimadas ha sido en el bar reservado a los parlamentarios. Se ha saludado con Rull y Turull, y también con Junqueras. Según miembros de JxCat y ERC presentes, ha sido iniciativa de la número dos naranja. Desde Cs se desmentía que hubiera sido así.

La visita al bar de los diputados ha permitido a los presos desayunar -aunque los servicios policiales les han preparado a primera hora una desayuno-. Turull ha tomado una tortilla y una copa de vino, lo cual ha sido difundido por las redes, aunque en este espacio no se pueden hacer fotografías.

En el momento en qué Batet, ya presidenta ha levantado la sesión después de dar el pistoletazo de salida a la legislatura, los presos han sido los últimos en salir, después de despedirse y entre aplausos de sus compañeros. Y, de nuevo, custodiados por la policía que los ha entrado a buscar dentro del hemiciclo.