Los dos diputados de UPN que rompieron la disciplina de voto y pusieron en riesgo la aprobación de la reforma laboral siguen plantando cara. De hecho, han anunciado a su partido que no piensan abandonar sus escaños, y que, por lo tanto, la decisión de dimitir no se la plantean. El caso es que el comité de garantías y disciplina de UPN ha propuesto suspenderlos de militancia durante dos años y medio por no haber acatado la directriz del partido de dar apoyo a la reforma laboral. Ante esta decisión del comité, los diputados Sergio Sayas y Carlos García Adanero han cargado contra el partido, y lo han tildado de "profundamente injusto". En una rueda de prensa, han anunciado que presentarán alegaciones y un recurso, y han dejado bien claro que no piensan abandonar su escaño al Congreso de los Diputados.

Según Sayas y García Adanero, la decisión del Comité de Garantías no está "ni fundamentada ni motivada". Delante de este escenario, los dos diputados díscolos han asegurado que se inicia un "proceso largo". Según ellos, era "evidente desde el primer momento" que la intención del partido era expulsarlos. En este sentido, han insistido en que no piensan ponerlo nada fácil. De hecho, Sayas ha asegurado que cuenta con el apoyo de la militancia: "La dirección nos quiere fuera, pero la militancia nos quiere dentro", ha manifestado, además de añadir que durante cuatro días "ha estado pisando las calles de Navarra". "No podía dar ni un solo paso y las muestras de apoyo son clamorosas".

La decisión de la dirección del partido ha llegado después de que el comité ejecutivo de UPN solicitara que los dos diputados entreguen el acta de diputado o, en caso contrario, iniciar el procedimiento para expulsarlos. Ahora Sayas y García Adanero disponen de cinco días para presentar alegaciones a la propuesta del comité de garantías. Según García Anadero, la expulsión "no es posible estatutariamente" porque "han buscado una expulsión en diferido". "No sé si hay ningún órgano con tanta rapidez para tomar decisiones, no sé si existe en toda España", ha manifestado.

Hay que recordar que los dos diputados díscolos pusieron en peligro la aprobación de la reforma laboral. UPN había pactado su apoyo en la votación, pero a última hora García Adanero y Sayas se desmarcaron del partido. La reforma laboral se quedó sin los apoyos necesarios al Congreso de los Diputados para salir adelante, pero un error de un diputado del Partido Popular salvó la aprobación. Fue el ahora famoso Alberto Casero, que ha denunciado que la presidenta de la cámara baja, la catalana Mertixell Batet, ha vulnerado sus derechos.