Los daneses han hecho este fin de semana un curso acelerado sobre el procés a través de los medios de su país, que se han entregado a explicar en detalle el caso catalán y las peripecias del president Carles Puigdemont.

"La participación de Carles Puigdemont en un debate en la Universidad de Copenhague puede ser más dramática de lo que los organizadores imaginan", alerta el diario conservador danés Berlingske. Bajo el titular "España quiere arrestar a Puigdemont en Dinamarca", se hace eco de los hechos y rumores en torno al viaje del president desde Bélgica.

Lo hacen también los otros dos grandes diarios del país, el liberal Politiken y el centrista Jyllands-Posten, y las televisiones y radios. Puigdemont ya es una cara familiar en los medios daneses, que han explicado sobradamente la situación de Catalunya.

La poca maña de la embajada española a la hora de gestionar la situación también ha ayudado a generar ruido mediático y a que los periodistas presten atención al asunto, porque algunos políticos se han pronunciado, a favor y en contra. En Dinamarca no pasan tantas cosas y la visita de Puigdemont ha hecho del conflicto catalán un asunto local.

Tensión y euroorden

Los medios mencionados se hacen eco de que los países que reciben una euroorden no tienen que analizar el fondo del asunto. Solo hace falta que comprueben si existen en su país los delitos de los que se acusa a la persona de quien se pide la extradición ("doble criminalidad"). Los jueces belgas no lo veían así y por eso España tuvo que retirar la euroorden.

En Dinamarca, sin embargo, existe un delito parecido a la rebelión o la sedición del Código Penal español. El artículo 98 del Código Penal danés pena con prisión "hasta cadena perpetua" poner parte o todo el país en manos de una potencia extranjera o separar una parte. El tipo penal habla de hacerlo vía "extenso sabotaje o suspensión de la producción o del tráfico".

Todo este debate lo explican en detalle los medios daneses, que hablan de Puigdemont como president en el exilio sin hacer aspavientos; citan el nombre del juez del Supremo, Pablo Llarena, o del abogado del president, Jaume Alonso-Cuevillas, o hablan de las buenas perspectivas de Ciutadans.

Por su parte, Politiken incluso señala que la euroorden fue retirada porque España "temía que el sistema legal belga no reconociera los cargos más graves y extraditara a [Puigdemont] a condición de que solo fuera procesado por delitos menores".

Berlingske, por su parte, también avisa de que la reunión de Puigdemont con diputados daneses se celebrará sin ninguno de los partidos del gobierno ni los socialdemócratas "y tampoco ayudará a legitimarlo ni a interferir en lo que consideran asuntos internos españoles".

Incluso el popular sensacionalista Ekstra Bladet se ocupa del tema, con titulares a la altura de su estilo: "Puigdemont llega a Dinamarca pero los partidos del gobierno rehúsan encontrarse con la alta traición". El diario también destaca que los partidos del gobierno (Alianza Liberal, de centro; Venstre, de centroderecha, y los Conservadores) no acudirán al Parlamento.

Los otros

Con respecto a otros medios de comunicación internacionales, este domingo ha sido la agencia británica Reuters la que ha publicado un despacho largo donde resume los hechos del fin de semana a partir de la información de varias cabeceras españolas y catalanas.

En Francia, L'Opinion, un diario liberal, y el semanario Le Point, en su web, recogen el tema. El primero remarca que "el fiscal español ha advertido al expresidente de la Catalunya independiente, Carles Puigdemont, en el exilio en Bélgica, que su inmunidad como diputado no impedirá su detención si vuelve a España". El semanario destaca el mismo tema y concluye que "España no afloja su presión".