La reunión del comité de dirección del PP fue de todo menos plácida. Duró casi nueve horas y dejó heridas. Ya son dos las dimisiones dentro del núcleo duro de Casado, que saltan del barco. La primera, una esperada: la del alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, quien ayer trasladaba ya en privado su voluntad de dejar las responsabilidades dentro del partido para centrarse en la ciudad. De hecho, ni siquiera estuvo presente ayer en la larga reunión. Almeida ha explicado en declaraciones a los medios que la decisión se ha tomado de común acuerdo con Casado, pero la realidad es que llega en el peor momento.

A esta baja hay que añadir la de Belén Hoyo, hasta ayer presidenta del Comité Electoral. Presentó su dimisión este lunes tras la negativa a cesar al secretario general, Teodoro García Egea, y convocar un congreso extraordinario para escoger nuevo líder. Pero podrían no ser las únicas bajas. Otras dirigentes, como Ana Pastor o Cuca Gamarra, también expresaron su malestar. En el mismo encuentro, Pablo Casado se aferró al cargo y decidió convocar una junta directiva nacional para el próximo martes. Allí desafiará a los críticos que le piden un congreso extraordinario para escoger nuevo líder.

Fuera del comité de dirección también se han producido dimisiones. Es el caso de la secretaria estatal de Emigración y responsable del PP Exterior, la gallega Ana Vázquez, quien ha anunciado su renuncia a este cargo por los "cambios" en el partido.

Los planes de Pablo Casado pasan por ganar el pulso en la Junta Directiva Nacional la semana que viene, evitar un congreso extraordinario y volver a ganar el congreso ordinario en julio. La decisión sobre el adelanto del cónclave recaerá justamente en la junta, integrada por unos 550 cargos públicos del partido. Es necesaria una mayoría de dos tercios para forzarlo.

Pero la realidad es que el Partido Popular se desmiembra por todas partes. La crisis del partido hoy también se ha trasladado al Congreso de los Diputados. Varios diputados gallegos del PP se han alineado con su presidente autonómico, Alberto Núñez Feijóo, para pedir una solución expeditiva. Al menos tres parlamentarios han compartido a través de las redes sociales un manifiesto donde piden la constitución de una gestora en Génova que conduzca a la formación hasta la celebración de un nuevo congreso que escoja a un nuevo líder estatal.

El manifiesto se titula En defensa de un PP a la altura de un gran país y lo han compartido Ana Vázquez, diputada por Ourense; Javier Bas, diputado por Pontevedra, y Marta González, diputada por A Coruña. En el texto reivindican que "el actual contexto exige decisiones extraordinarias y dolorosas, que permitan recuperar la confianza y unidad interna para poder ofrecer la alternativa al gobierno de Pedro Sánchez." Por eso consideran que la actual dirección "debe convocar de forma urgente a los integrantes del comité ejecutivo nacional para designar una dirección provisional que se haga cargo de las cuestiones ordinarias del partido hasta la celebración de un congreso". En este sentido, piden que el periodo de transición sea "lo más corto posible".

Una posición que va en la misma línea adoptada por los barones territoriales del PP. Durante los últimos días los presidentes Alberto Núñez Feijóo, Isabel Díaz Ayuso, Juanma Moreno y Alfonso Mañueco han mantenido conversaciones y han llegado a la conclusión de que la etapa de Pablo Casado tenía que acabar. Este pulso hizo que ayer la reunión del comité de dirección del PP se alargara durante casi nueve horas y Pablo Casado convocara para el martes que viene una junta directiva nacional. Esta tendrá que decidir si se celebra o no un congreso extraordinario. Este órgano está integrado por unas 550 personas y requiere de una mayoría de dos tercios para convocarlo. Mientras tanto, Casado ha citado a sus barones mañana por la tarde.