Prácticamente los mismos que ayer pedían la cabeza|cabo|jefe de Pablo Casado, mañana por la tarde están citados en Génova. El presidente estatal del PP ha decidido convocar una reunión de los líderes autonómicos del partido por|para este miércoles, incluidos los presidentes autonómicos Alberto Núñez Feijóo, Alfonso Fernández Mañueco y Juanma Moreno. Una fórmula improvisada que permitirá excluir a Isabel Díaz Ayuso, que no preside el PP de Madrid. Si se convocara el comité autonómico, órganos que sí que está recogido en los estatutos, sí que podría asistir la presidenta de la Comunidad de Madrid. El presidente del PP de Madrid es Pío García-Escudero. Los demás presidentes autonómicos populares también presiden el partido a nivel regional.

Fuentes de la formación, el objetivo de este encuentro es preparar a la Junta Directiva Nacional que tendrá lugar la semana que viene, que debatirá la posibilidad de un congreso extraordinario y se medirán las fuerzas de los dos bandos. Inicialmente se había dicho que la junta sería el lunes, pero, al ser el Día de Andalucía, pasará al martes.

La reunión del comité de dirección de ayer duró unas ocho horas y media, con receso incluido para comer. Y se saldó a las ocho de la noche con un breve comunicado: "El presidente del Partido Popular, Pablo Casado, convocará para el próximo lunes a la Junta Directiva Nacional, máximo órgano entre congresos del partido. Así se ha decidido en el Comité de Dirección del Partido Popular por unanimidad". Ninguna comparecencia pública, a pesar de la fuerte expectación mediática.

La junta directiva tiene la potestad para convocar un congreso extraordinario del partido, para escoger a un nuevo líder del partido. Hace falta el voto favorable de dos tercios de este órgano, formado por unas 550 personas. Está integrado, entre otros, por la dirección del partido, los líderes y secretarios generales autonómicos, los diputados, los senadores, los eurodiputados, los alcaldes y los presidentes de diputación del PP. Allí Casado pondrá a debate el congreso extraordinario y los dos bandos medirán sus fuerzas.

Ayer fue un día de vértigo en Génova. Mientras los presidentes Alberto Núñez Feijóo, Isabel Díaz Ayuso, Alfonso Fernández Mañueco y Juanma Moreno se aliaban para pedir la cabeza de Casado, estaba reunido el comité de dirección, el núcleo duro. La reunión empezó a las once de la mañana y acabó casi a las ocho de la noche. El mismo secretario general del PP, Teodoro García Egea, se puso al teléfono para hablar con cargos y diputados y sondear los apoyos que tiene Pablo Casado dentro de la junta directiva para evitar un congreso extraordinario. Aquella misma tarde llegaron al cuartel general algunos cuadros fieles a la actual dirección, que habían sido convocados de forma exprés.

La presión de los barones

Mientras ayer Génova estaba en silencio, los barones sí que hablaban. Lo hizo Isabel Díaz Ayuso: "La situación del PP es insostenible". En estos términos se pronunció la presidenta de la Comunidad de Madrid, que no daba por cerrada la crisis. En un acto público en Boadilla del Monte, la lideresa exigió a Pablo Casado que tomara decisiones contundentes después del "ataque político cruel" que ha sufrido durante los últimos días. Allanó el camino a una solución expeditiva: "No puede quedar gratis el perjuicio que se ha causado a la Comunidad de Madrid". Una Ayuso que aprovechó para dejar claro que no se moverá de Sol.

También se pronunciaron públicamente el presidente gallego Alberto Núñez Feijóo o el presidente castellanoleonés Alfonso Fernández Mañueco. El presidente de la Xunta aseguró que ante la situación de "colapso" en que se encuentra el PP hay que adoptar decisiones "que no serán fáciles, sino complejas", pero que son "urgentes", porque "el PP es la única alternativa de gobierno a un mal gobierno". En los mismos términos se expresó Mañueco: "Los votantes y alcaldes del PP de Castilla y León estamos indignados" y por eso "reclamamos una solución rápida, inmediata y eficaz". De hecho, según fuentes conocedoras de los contactos, los presidentes autonómicos del PP mantuvieron conversaciones durante el fin de semana para valorar la situación y las posibles salidas.