Vox ha hecho públicos, en un largo hilo de Twitter, sus deseos para el 2020. En todos ellos está presente el espíritu represivo, y muchos de ellos se centran en la persecución del independentismo. El primer deseo ya marca el tono del conjunto del documento. Desea que los "que intentan romper España" sean juzgados y cumplan sus penas íntegras. Y añade un mensaje eurófobo, claramente destinado al Tribunal de Justicia de la Unión Europea: "Y que en el exterior se respete nuestra soberanía".

Entre sus deseos, también figura, obviamente la ilegalización de los partidos independentistas.

Pero de hecho, lo que plantean es claramente una involución en toda regla del Estado autonómico, con la recuperación por parte del gobierno central de las competencias de Educación, Justicia y Sanidad.

Vox hace suya la reivindicación de Jusapol, el sindicato ultra de policía, y reivindica la equiparación salarial con los Mossos ya.

El partido ultraderechista vuelve a poner entre sus objetivos el feminismo y pide la derogación de la Ley Integral de Violencia de Género, y también, de rebote, de la de Memoria Histórica. El programa de Vox también tiene un espacio para la xenofobia: el punto 2 pide "fronteras seguras" para "proteger" de la "inmigración ilegal" y también de las "mafias" y los "terroristas islamistas".

Todo el hilo destila propuestas represivas, como la instauración de la cadena perpetua. Todo eso, mezclado como toques antisistema como "la eliminación de las subvenciones a los partidos, a los sindicatos, a la patronal y a los chiringuitos políticos," "que se acabe con el paro" o que "se consiga la división real de poderes y la independencia judicial". Y, evidentemente, no falta una referencia a la promoción de la natalidad. Eso sí, de "las familias españolas".