Después de que el cónsul honorario de Finlandia en Barcelona, Albert Ginjaume, fuera destituido ayer por las presiones del gobierno de Mariano Rajoy a raíz del procés porque lo consideraba simpatizante de la independencia de Catalunya, ERC no se ha podido privar de pedir explicaciones y ha registrado hoy la petición de comparecencia en una comisión del ministro de Exteriores, Alfonso Dastis, para que dé explicaciones sobre las presiones del Estado a las autoridades finlandesas para que lo destituyeran después de nueve años de ocupar el cargo.

El portavoz de ERC en el Congreso, Joan Tardà, ha querido dejar bien claro que esto "se trata de una injerencia evidente en la política exterior de un tercer estado como Finlandia que pone de relieve, una vez más, el nerviosismo del Estado español en relación al proceso de independencia catalán".

En un comunicado, el consulado finlandés en Barcelona mostró con total transparencia que las presiones recibidas por parte del Gobierno han forzado esta decisión. Se trata de un movimiento que contrasta con el buen trabajo hecho, reconocido por las mismas autoridades finlandesas. "Según el gobierno español, el señor Ginjaume ha ejercido actividades inadecuadas para un cónsul honorario", subrayaban.