La CUP ha escogido el mismo camino que Esquerra sobre qué posición adoptar ante el suplicatorio a la diputada de Junts per Catalunya, Laura Borràs: no participar en la votación en el Congreso de los Diputados. Lejos de la discordia entre Esquerra y Junts per Catalunya, la CUP reitera que lo que esta formación ha intentando hasta el último momento es "instar a las dos fuerzas a buscar una posición consensuada" en las últimas semanas. Como no ha salido ningún acuerdo y por decisión propia, consideran que la salida que han adoptado es la mejor para ilustrar lo que quieren poner de manifiesto.

Por una parte, la CUP quiere expresar "la falta de garantías judiciales del proceso a Borràs hasta ahora" y también cuando pase su caso al Tribunal Supremo. De la otra, con la no participación, ponen de relieve "la voluntad de enviar un mensaje de total transparencia y de investigación de toda posible irregularidad en la gestión de las administraciones públicas por parte del independentismo". Una situación que la CUP considera que se hubiera podido evitar si la diputada Borràs hubiera abandonado su escaño hasta que no se investigaran todas las "presuntas irregularidades a fondo en un tribunal ordinario". En esta justicia, la CUP confía más que con el Supremo ya que consideran que todo forma parte de una "operación de Estado y un juicio sin garantías".

En este sentido, la CUP también critica el sistema actual, más allá del caso concreto. No cree en la figura del suplicatorio ya que considera que "el aforo de los cargos electos tiene sentido desde la perspectiva de proteger la libertad de expresión pero no cuando se trata de una posible malversación de fondos". Igual que Esquerra, también consideran que su voto era irrelevante y recuerdan que PSOE, PP, VOX, Ciudadanos y Unidas Podemos ya daban la mayoría necesaria.