La delegada del gobierno español en Catalunya, Teresa Cunillera, ha abierto la puerta este sábado a indultar a los presos políticos en caso de que sean finalmente condenados. "Si se pide el indulto, yo soy partidaria, pero lo tienen que pedir", ha asegurado Cunillera, que ha dejado claro que para que esta situación se plantee tiene que haber una sentencia condenatoria "firme" y una demanda "firme" de los presos, que pasa por aceptar la culpabilidad de los hechos.

En este sentido, la delegada del gobierno de Pedro Sánchez se ha mostrado en contra de que los líderes soberanistas estén en la prisión, pero señala que se tiene que hacer caso de lo que dictaminan los jueces.

Cunillera ha hecho estas declaraciones en el programa El Suplement de Catalunya Ràdio, donde también ha pedido "respeto por la separación de poderes" y ha defendido la "independencia judicial". Preguntada por el escándalo del chat de jueces, Cunillera ha asegurado que no le gustaron, pero que se enmarcan dentro de una conversación "privada".

Sobre las posibilidades de diálogo entre el gobierno español y el catalán, la delegada ha asegurado que la perspectiva es "positiva" y ha reivindicado que el gobierno socialista ofrece "una cosa que hasta ahora no estaba sobre la mesa: un ambiente diferente a la hora de negociar, sin imposiciones". Sin embargo, ha vuelto a negar el derecho a la autodeterminación de Catalunya y ha defendido una "reforma constitucional". "El Govern de la Generalitat pide unas cosas que no se pueden encontrar dentro de la Constitución", ha defendido.

Preguntada por si puede haber un nuevo 155, Cunillera ha asegurado que está "segura" de que no, porque la Generalitat respetará la ley, pero que si no lo hiciera, "la Constitución tiene sus mecanismos para dar solución a momentos graves". Finalmente, Cunillera ha reconocido Catalunya como una "nación" y ha recordado que "lo dice el preámbulo del Estatut".

El primer secretario del PSC, Miquel Iceta, ya hizo una propuesta de indulto parecida durante la campaña electoral del 21-D, pero fue desmentida en pocas horas por sus compañeros socialistas de Madrid.