Ya hay lugar para la cumbre hispanofrancesa de Barcelona: el Museu Nacional d'Art de Catalunya (MNAC). Allí se reunirán, el jueves de la semana que viene, los gobiernos español y francés, encabezados por sus presidentes Pedro Sánchez y Emmanuel Macron. El Gobierno invitará oficialmente al president Pere Aragonès al saludo, como es habitual en estos encuentros. La ubicación no parece casual, un lugar fácil de aislar en la montaña de Montjuïc. Y es que, mientras tanto, el independentismo estará en las calles para protestar contra el cónclave. Durante las últimos horas, todos los partidos independentistas, incluyendo ERC, se han adherido a la movilización convocada por Òmnium Cultural, la Assemblea Nacional Catalana y el Consell de la República.

El domingo fueron las entidades independentistas las que hicieron un llamamiento a movilizar todo el tejido social, civil y popular del país contra la cumbre hispano-francesa celebrada en la capital catalana. Y el lunes se adhirieron los partidos independentistas. Lo hizo Esquerra Republicana, asegurando que que "aprovecharemos la cumbre hispano-francesa para dejar claro que el independentismo continúa bien vivo". Y también Junts per Catalunya, que rebatió que "el presidente Sánchez quería organizar con Macron un funeral del procés para explicar en Europa que esto ya se ha acabado y le ha salido el tiro por la culata".

El papel del Govern

El Gobierno ya ha adelantado que, como es habitual en este tipo de cumbres, se inviha invitado al president de la Generalitat, Pere Aragonès, a participar el próximo 19 de enero (en principio solo en el saludo), y así lo hará. Ya ha habido contactos entre los dos gobiernos en este sentido. Es habitual la presencia de presidentes autonómicos. En 2006, el entonces presidente Pasqual Maragall participó y ser uno de los protagonistas del encuentro con los presidentes Jacques Chirac y José Luis Rodríguez Zapatero en la ciudad de Girona. Maragall pronunció un discurso donde presentó Catalunya como un "cojín" entre España y Francia. La última cumbre en territorio español estuvo en el 2017 en Málaga. La entonces presidenta andaluza Susana Díaz solo participó del saludo a los presidentes Mariano Rajoy y François Hollande.

Se dará la circunstancia que el presidente Pere Aragonès participará de la cumbre hispanofrancesa y los miembros del Govern se abstendrán de las protestas, mientras partidos y entidades --también ERC-- se manifestarán de forma conjunta en las calles de la capital catalana. Los republicanos no aclaran, sin embargo, qué van a hacer el resto de miembros del Govern de la Generalitat. A pesar de todo, desde La Moncloa no se han inmutado por la convocatoria unitaria contra la cumbre. "La tensión del 2017 es historia", se limitó a decir este domingo el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños.