El Ayuntamiento de León ha aprobado este viernes enviar a las Cortes de Castilla y León y a las Cortes Generales del Estado una petición para separarse, acogiéndose "al derecho a la constitución como comunidad autónoma de la Región Leonesa". Esta estaría formada por León, Zamora y Salamanca.

La moción ha salido adelante con los votos de Unión del Pueblo Leonés (UPL), PSOE y Podemos, mientras que PP y Ciudadanos han rechazado la iniciativa.

"Castilla y León se constituyó a pesar de la oposición del pueblo, ayuntamientos, diputaciones e instituciones leonesas, aplicando la dedocracia de Martín Villa, que obligó a la Región Leonesa a formar parte de una comunidad absolutamente artificial", ha defendido el portavoz de UPL, Eduardo López Sendino.

El dirigente secesionista ha matizado que no tiene "nada en contra de los castellanos", pero que "los números no presentan ninguna duda", después de que ha repasado la pérdida poblacional de León desde 1983 en contraste con el crecimiento de Valladolid, o la tasa de paro.

El alcalde José Antonio Díez, del PSOE, ha justificado el apoyo a la propuesta por "un sentimiento total de la ciudadanía de no pertenencia a Castilla y León" y para "mejorar la calidad de vida y el posicionamiento de León y sus habitantes".

Durante el pleno, en las puertas de la plaza de San Marcelo, unas 300 personas se han concentrado para reclamar la ruptura con Castilla. El debate ha copado casi dos horas del pleno ordinario, el último del año, mientras que se oían las consignas que coreaban los secesionistas desde la calle.