Cinco días después de la polémica, el vicepresidente de la cámara, Josep Costa, ha querido salir a defenderse de las críticas. Costa, a quien algunos cargos de ERC han pedido la dimisión a raíz de la conversación telefónica con Cs en que pedía ayuda para evitar una fotografía de Torrent, ha salido al paso y ha pedido que se hagan públicas las grabacions de la conversación que se habría escuchado a través de un micrófono abierto. "Así todo el mundo podrá valorar si ha habido una conjura o una difamación", ha defendido en un mensaje en las redes sociales.

La polémica llega después de que un micrófono abierto traicionara este martes al vicepresidente de la cámara durante la reunión de la Mesa. Justo al inicio de la reunión, y cuando Costa se pensaba que todavía no tenía el canal de audio conectado, llamó a Joan Garcia, de Ciudadanos, para pedirle que lo ayudas a permitir que la entrega del remanente del Parlament por el coronavirus se hiciera por transferencia bancaria y no con un cheque. "Hay que evitar como sea la foto Torrent-Aragonès dándose un cheque para luchar contra el coronavirus", habría dicho Costa, según varias fuentes presentes en la reunión consultadas por este diario.

Costa defiende que su conversación con Ciudadanos se debe a que comparten la gestión económica de la cámara y ha avanzado que pedirá que no se le "obligue" a que sea así "ni un día más". El vicepresidente también ha asegurado que no dimitirá ni pedirá "la dimisión de nadie", aunque considera "desleales" a las críticas de los republicanos. "En el Parlament cada día se negocian cosas entre todos los grupos, pero el cierto es que yo de lo único que he hablado con el vicepresidente de Cs en 2 años, y por obligación, es de la gestión interna de la institución. Nunca de cuestiones políticas. Desleal es hacer ver otra cosa", ha añadido en este sentido.

"Cuando haya elecciones la gente podrá juzgar nuestro trabajo desde enero de 2018", ha sentenciado, en el siguiente hilo de Twitter: