Nuevo diálogo de sordos en el Congreso de los Diputados. Durante la sesión de control de este miércoles, Pedro Sánchez y Pablo Casado han vuelto a evidenciar la falta absoluta de entendimiento entre los dos principales partidos españoles. Mientras el líder de la oposición ha denunciado que el Gobierno oculta la pandemia y los muertos por coronavirus, el presidente español lo ha acusado de hacer una pinza con la extrema derecha para "derrocar a un gobierno legítimo" en un tono guerracivilista. No obstante, ha sentenciado que "han fracasado". Un tono muy diferente ha exhibido con Ciudadanos, después de firmar tres acuerdos en un mes.
En su pregunta al jefe del ejecutivo, Pablo Casado ha hecho un cóctel de críticas, desde los "16.000 muertos de más" que da el Instituto Nacional de Estadística (INE) y el "caótico mando único" hasta la "purga en la Guardia Civil", que "tendría que costar el cargo de la fiscal, el ministro y el delegado del gobierno". El dirigente conservador también ha cargado por "haber ocultado las alertas" sanitarias desde principios de año y por "haber abusado del estado de alarma". Una retahíla de críticas sin un hilo de coherencia.
En la respuesta, Pedro Sánchez ha contraatacado, acusando a Casado de hacer un "frente común" con la extrema derecha para "derrocar a un gobierno legítimo y democráticamente escogido por los españoles". El presidente español ha subrayado que el estado de alarma "ha salvado la vida de 450.000 españoles", en contraste con las defunciones. "¿Qué han hecho ustedes?", les ha preguntado Sánchez. Y ha concluido: "La cuestión que ustedes tendrán que dirimir es si su camino es el de la unidad o el de la bronca. Si es el de la unidad, aquí está el gobierno. Si es el de la bronca, aquí tiene a la ultraderecha".
Más rebajado de tono ha sido el intercambio con Edmundo Bal, portavoz de Ciudadanos en el Congreso, que ha apuntado a sus críticas hacia el vicepresidente Pablo Iglesias. Bal ha acusado al líder de Podemos de "montar espectáculos y acusar de golpistas a un grupo parlamentario", en referencia a Vox. Sánchez ha exhibido guante de seda, subrayando la "voluntad de entendimiento" mostrada por el gobierno con Ciudadanos, que ya se ha traducido en varios acuerdos.
¿Recortes?
La pregunta de EH Bildu a Pedro Sánchez ha sido simple y clara: "¿Hará usted recortes públicos y sociales? ¿Aplicará la receta de la austeridad?". La diputada abertzale Mertxe Aizpurua le ha reclamado claridad: "Si hoy no es claro, y no dice que no hará recortes, entenderemos que están encima de la mesa". El presidente español, sin embargo, ha evitado responder y se ha salido por la tangente. "El debate es otro; el debate es que la crisis ha acelerado cambios que ya veíamos venir", ha dicho.
Durante la sesión de control en el Congreso de los Diputados este miércoles, el presidente español ha arrancado diciendo que "la ciudadanía merece claridad", pero no ha acabado respondiendo ni sí ni no. Se ha comprometido, eso sí, a dar una "respuesta positiva e inclusiva", tanto en Europa como en España. "Si me pregunta si habrá recortes, lo que tiene que haber son políticas anticíclicas, de respuesta al ciclo en función inversa", ha explicado el dirigente socialista.
"Evidentemente con un déficit el 10%, habrá que recortarlo de alguna manera", ha admitido Sánchez. En este sentido, ha apostado por "espolear el crecimiento" y hacer una reforma para profundizar en la justicia fiscal. Todo eso, en opinión de Sánchez, hará que vayan bajando otras partidas, como la de las prestaciones de desempleo. "Habrá políticas que se irán reduciendo como consecuencia que haya un mayor crecimiento del empleo", ha explicado en este sentido.
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