La semana pasada, en el Congreso de los Diputados, Joan Baldoví (Sueca, 1958) pegó dio un golpe sobre la mesa. Fue bastante sintomático del momento que vive la alianza de la moción de censura y la investidura: Compromís votó en contra de la quinta prórroga del estado de alarma. Y ahí continuará, en el no, si Sánchez no mueve ninguna ficha. En el centro del problema, la infrafinanciación crónica del País Valencià, que pasa factura en un momento de crisis sanitaria como la pandemia del coronavirus.

Joan Baldoví Europa Press

Hemos conseguido que no se hable sólo del coronavirus...
Hemos hablado de Marlaska, de los coroneles de la Guardia Civil...

¿Lo sorprende todo lo que ha pasado?
Sinceramente, no. Por una parte, no me sorprende la actitud de la derecha, porque aprovechan cualquier cosa para intentar destruir, venga al caso no. Justamente hoy, lo que menos interesaba a la gente era hablar de coroneles y ministros. Quizás habría sido de más provecho hablar de los ERTE. Si quisiera explicar lo que es la mala educación, llevaría a mis hijitos al Congreso. Tampoco me sorprende algunas de las prácticas. En lugar de hacer corporativismo, la Guardia Civil tendría que condenar este tipo de informes. Lo que hace es manchar el nombre de la institución.

Durante el debate de investidura, usted recetó tila a la derecha. Después de lo que pasó la semana pasada, ¿ahora se la tendría que tomar usted?
(Río) Yo estoy tranquilo. A los que he visto exaltados, maleducados, hooligans, ha sido la derecha, con esta actitud de no querer aceptar que hay mayorías democráticas...

Me refería más bien al fracaso de las negociaciones con el Gobierno.
Yo estaba tranquilo, pero con una actitud contundente. ¿Si se puede hablar de todo, por qué no se puede hablar de la infrafinanciación de comunidades autónomas? Más en un momento en que necesitamos más recursos. Si se puede hablar de elecciones vascas, ¿por qué no se puede hablar de recursos de la sanidad pública valenciana? El otro día estaba indignado y decepcionado con esta actitud del Gobierno. Habían sido capaces de pactar con Ciudadanos, con el PNV, con Coalición Canaria, con Bildu... Pero no con nosotros. Siendo algo que había reconocido el mismo presidente del gobierno, que reconoce la ministra de Hacienda muchas veces. No entiendo por qué con nosotros, que hemos sido un socio responsable y leal, no fueron capaces de acordar nada.

Si Joan Baldoví vota en contra es que algo falla...
Lo dijo Rufián y estoy de acuerdo. Yo había demostrado una actitud muy responsable, pero la responsabilidad y lealtad es un camino de ida y vuelta. Lo que no puede ser es que algunos siempre seamos responsables y leales y otros esperen poder llegar a acuerdos con todo el mundo excepto con aquellos que hemos demostrado una responsabilidad a prueba de bombas. Era un síntoma que Compromís y Joan Baldoví votaran en contra. Demuestra la actitud de este gobierno respecto a los que propiciamos la investidura.

¿Quizás hasta ahora Compromís ha sido demasiado amable en Madrid?
Quizás. Quizás Compromís hemos sido demasiado amables, pero en algún momento toca dar un golpe sobre la mesa y decir basta. Y decir que tan legítimos son los acuerdos con otros partidos como legítimas nuestras propuestas. Algunas están reflejadas en el mismo documento de investidura. Alguna ficha tendrá que mover este gobierno para que Compromís cambie su voto.

Quizás Compromís hemos sido demasiado amables en Madrid, pero en algún momento toca dar un golpe sobre la mesa y decir basta

¿O sea, Compromís sigue en el no en el caso de una nueva prórroga?
Si el Gobierno sigue en el no, Compromís seguirá en el no. Es una actitud recíproca. Siempre tenemos la puerta del diálogo abierta. Queremos cambiar nuestro voto, pero a cambio de un acuerdo. O todos moros o todos cristianos.

¿Qué ficha tiene que mover?
El gobierno tiene que mover alguna ficha. Primero, los 16.000 millones por el peso de la población. Tiene que ser superior a lo que hoy por hoy se está hablando. Este es un virus que afecta a personas y por lo tanto el criterio poblacional tiene que tener más peso. Algunos partimos de una situación inferior. Madrid, que es una comunidad que se permite condonar impuestos a los más ricos, es una comunidad rica. Y en este reparto volverá a salir beneficiada. Nosotros, que somos una comunidad autónoma 12 puntos por debajo de la media española, dos puntos infrafinanciada, en este reparto volvemos a estar infrafinanciados si no cambian los criterios. Por lo tanto, un cambio en estos criterios. Y llegar a un acuerdo para que el sistema sanitario valenciano reciba más recursos de los que ahora tenemos. A partir de septiembre tendrá que pagar sus nóminas con préstamos. Eso viene de hace muchos años. Somos una comunidad pobre, mal financiada, que aportamos a la caja general como ricos y que lo único que pedimos es una compensación en nuestra sanidad pública.

¿Es cierto que el PSOE se levantó de la mesa de negociación cuando ya tenía los votos suficientes?
(Se lo piensa) Sinceramente no mostró nada de interés en seguir hablando cuando acabó de pactar los votos con Ciudadanos. No mostró ningún entusiasmo, no movió mucho su posición. Viendo que no había ni interés ni ganas, nosotros comunicamos que votaríamos en contra de la prórroga del estado de alarma.

El PSOE no mostró nada de interés en seguir hablando cuando acabó de pactar los votos con Ciudadanos

Es curioso porque cerró el acuerdo con EH Bildu incluso después de tener los votos necesarios. Lo firmó al acabar el pleno...
Sinceramente no lo entiendo. Un acuerdo, además, que quizás le ha puesto las cosas muy complicadas. Es un acuerdo que nosotros compartimos en una parte, en la derogación de la reforma laboral y en la que los ayuntamientos puedan disponer de más margen. No compartimos que sólo los ayuntamientos vascos y navarros tengan más capacidad. Insisto en el refrán valenciano: o todos moros o todos cristianos.

Antes hablaba del acuerdo con Ciudadanos. Ya ha habido dos en dos semanas. ¿Tiene sentido esta geometría variable que plantea?
Para el PSOE siempre tiene sentido. Recordamos que al principio de 2016, cuando estaba negociando con Compromís, con Izquierda Unida, con Podemos, un día vino con un acuerdo bajo el brazo con Rivera. Y lo presentó de forma solemne. El PSOE nunca lo ha ocultado... Pero en esta vida, cuando escoges un camino, quizás se te cierran otras puertas. No es bueno que el PSOE siga dejando de lado apoyos que no sólo serían para este estado de alarma. Han sido apoyos que han hecho posibles muchos decretos y que probablemente necesitará para aprobar los presupuestos. No se puede estar en misa y repicando. Tendrá que escoger.

Denuncia deslealtad del PSOE y Podemos, pero la paradoja es que son los mismos socios con quien gobiernan en el País Valencià...
No entiendo por qué tiene que ser un problema pactar conmigo y no tiene que ser un problema pactar con Coalición Canaria o con Ciudadanos, que votaron que no a la investidura y a muchos decretos. Sinceramente no lo entiendo. En Madrid lo que hago es defender las mismas posturas que defienden el PSPV o Podem en las Corts Valencianes. No entiendo que sean incapaces de llegar a un acuerdo con uno de sus socios.

Para los presupuestos del Estado, ¿cuál es hoy la posición de Compromís?
Nosotros hicimos una reforma del Estatut, aprobada prácticamente por unanimidad, donde se decía que la inversión en territorio valenciano en los presupuestos generales del Estado se acercaría al peso de nuestra población. Para nosotros es absolutamente irrenunciable; es lo que se aprobó en las Corts Valencianes, refrendado casi por unanimidad de las Cortes españolas. Este es un punto de partida.

En enero, Compromís votó la investidura a cambio de tener una propuesta de nuevo sistema de financiación antes de ocho meses. Eso quiere decir septiembre. ¿Mantiene la esperanza?
Tiene que haberlo. El sistema hace seis años que ha caducado. Y si no lo hay, algunos nos tendremos que plantear otros mecanismos para denunciar un Estado que está incumpliendo la misma ley que legisla. Nosotros entendemos que hemos pasado un periodo excepcional, pero puede haber mecanismos compensadores. Por ejemplo, un fondo de nivelación para que las comunidades que estamos por debajo de la media nos podamos igualar a la media. Esta podría ser una negociación. La otra podría ser que cumplieran con la palabra y que hubiera una propuesta encima de la mesa en el mes de septiembre. Siempre puede haber mecanismos que palíen esta infrafinaciación. Para nosotros, es fundamental. Como decimos en nuestro deporte nacional, la pelota valenciana, "no podemos seguir jugando con una mano atada a la espalda".

Si en septiembre no hay una propuesta de nuevo sistema de financiación, nos replantearemos el apoyo

¿Entonces, si en septiembre no hay una solución, sea un nuevo sistema de financiación o un mecanismo de compensación, Compromís retirará su apoyo al Gobierno?
Nos replantearemos nuestro apoyo. Entendemos que es una de las obligaciones que firma. Lo que dijo Pablo Iglesias el otro día: lo que se firma va a misa. Lo que se firma se tiene que cumplir. Exigiremos el cumplimiento de los acuerdos que nosotros firmamos. Hemos sido leales, hemos hecho nuestra parte. Ahora falta que cumpla la otra parte.

¿Cree que el estado de alarma ha mostrado los límites a la hora de descentralizar el Estado?
Lo que sí que ha demostrado es un intento de algunos de querer centralizar. Y también ha demostrado que a menudo, desde las comunidades autónomas, se gestiona quizás mejor que desde el Estado. Entre otras cosas porque estamos más cerca. Una de las tres condiciones que poníamos era que el Estado fuera devolviendo ya las competencias a las comunidades. Y, por mucho que algunos digan, el Estado autonómico ha demostrado que incluso puede gestionar mejor que el mismo Estado central. En el caso valenciano es absolutamente patente.

 

EN DIRECTO | La última hora sobre el coronavirus y sus afectaciones en Catalunya, España y el mundo

MAPA | Los contagios de coronavirus en Catalunya por municipios y barrios

MAPAS | El impacto del coronavirus en Catalunya por regiones sanitarias

🔴 Sigue ElNacional en Telegram