Después de la sedición llega la malversación. El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, tan sólo ha disfrutado unos días de haber arrancado al PSOE la reforma del código penal con respecto a la sedición que ya ha pasado página: este mismo lunes ha confirmado que se concentra ahora en trabajar para tocar la malversación para revertir la reforma que hizo el Partido Popular en el 2015. Una intención que no solo contempla ERC, sino que también el espacio de Unidas Podemos se ha hecho suya. El portavoz de los comuns, Joan Mena, ha asegurado que el presidente del grupo parlamentario lila en el Congreso, Jaume Asens, ya está estudiando el marco legal del delito de malversación y, cuando tenga una propuesta "más trabajada", la podrá hacer pública.

Y es que Unidas Podemos ya se ha apresurado a ponerse a trabajar en esta cuestión. El mismo Asens ha explicado que su formación apuesta por distinguir la malversación por lucro personal del resto de casos, y ha recordado que los lilas ya hace tiempo que dicen abiertamente que "les parece bien hacer una reforma sobre el delito de malversación". Joan Mena también se ha cogido a este discurso para reivindicar la necesidad de garantizar que este delito "no sirva para reprimir políticamente a quien no ha malversado", después de que el espacio de los comuns haya planteado que la reforma de la malversación impulsada por el PP se hizo con la finalidad de perseguir el independentismo. "Pero tenemos que concretar qué quiere decir, porque la corrupción tiene que ser perseguida. Tenemos que buscar este equilibrio y el mejor de los encajes jurídicos", ha añadido el portavoz.

En cambio, los socialistas han sido mucho más discretos sobre esta cuestión. En Madrid, el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, se ha comprometido a "estudiar con profundidad" la propuesta de reformar el delito de malversación, si bien ha pasado la responsabilidad a los partidos asegurando que verán "qué proponen los grupos". En Catalunya, el PSC tampoco ha querido mojarse mucho. La portavoz del partido, Èlia Tortolero, no ha fijado su posicionamiento respecto de esta modificación, y tan solo se ha limitado a reiterar que los socialistas están "a favor de actualizar el código penal". "Una vez haya enmiendas, las podremos valorar", ha dicho, celebrando, eso sí, la reforma del delito de sedición.

Peligro para el activismo y dardo a Junts

Los comuns también se han pronunciado similarmente, señalando que la reforma del Código Penal con la derogación del delito de sedición "es buena para Catalunya". Ahora bien, y después de que algunas organizaciones y plataformas por los derechos sociales hayan puesto el grito en el cielo porque la reforma podría favorecer la persecución del activismo, Joan Mena ha urgido los grupos parlamentarios a participar de la tramitación de la propuesta de derogación del delito de sedición. "Es obligación de los grupos mejorar el texto y evitar que pueda haber una interpretación que no sea la que tienen prevista los grupos impulsores", ha sostenido.

Más allá, él mismo ha aprovechado la oportunidad para cargar nuevamente contra Junts, asegurando que rechazar la reforma de la sedición es "ponerse al lado" del líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, y del de Vox, Santiago Abascal. "No va de traición, sino que justamente de democracia, diálogo y ser un país mejor, también en materia de derechos humanos," ha añadido. "No me sorprende que Junts se oponga a una cosa que saca tensión a la situación política y pone el diálogo por encima del gobierno de los jueces", ha dicho en un dardo hacia los de Borràs y Turull.