El cambio climático es un reto absolutamente actual y global. A menudo se dice que afecta a todo el mundo por igual, pero desde un punto de vista geográfico esto no es así. Y es que son los países del Sur Global, con economías menos desarrolladas, los que se verán más perjudicados por sus efectos: más inundaciones extremas, más temperaturas disparadas y más situaciones de sequía son solo algunas de las principales amenazas que se presentan. Pero son también estos mismos países los que, históricamente, han sido menos culpables de la presente situación crítica que vive nuestro planeta. Una industrialización reciente y aún menor comporta que el Sur Global no sea, ni mucho menos, el responsable del calentamiento global. Y ante esta realidad evidente, Junts ha querido mover ficha a escala continental.

El Parlamento Europeo ha aprobado este miércoles que el 10% de los ingresos que se derivan de la subasta de los derechos de emisión de dióxido de carbono se destinen obligatoriamente a luchar contra los efectos del cambio climático en los países en vías de desarrollo. La propuesta tiene su origen en un informe de opinión de la Comisión de Desarrollo del Parlamento Europeo, de la cual ha sido responsable el eurodiputado de Junts Toni Comín. Desde el partido, celebran esta cifra "considerable", pero también avisan de que es "insuficiente". "A pesar de celebrar este importante paso, hay que seguir exigiendo nuevas medidas para ir más allá en el ámbito de la financiación de la lucha contra el cambio climático en el Sur", advierten.

A la cumbre de la COP de Copenhague en 2009, la comunidad internacional prometió 100.000 millones de euros para financiar la lucha contra el cambio climático en estos países, una cifra que, 13 años más tarde, aún no se ha alcanzado. A la propuesta original de la Comisión de Desarrollo, el porcentaje planteado era del 5%, pero se ha conseguido incrementarla hasta el 10% durante su paso por la Comisión de Medio Ambiente. Aunque no se dispone de un cálculo exacto, se prevé que esta reserva suponga entre 1.500 y 2.000 millones de euros anuales, teniendo en cuenta que la reducción progresiva de los derechos gratuitos de CO₂ en los próximos años supondrá un incremento notable de los ingresos derivados de la subasta de estos derechos.

La subasta del CO₂

El concepto de subasta de los derechos de emisión de dióxido de carbono hace referencia a aquellos permisos que tienen los países de la Unión Europea para emitir gases contaminantes a la atmósfera. Cada estado miembro tiene un límite de toneladas de CO₂ que tiene permitido emitir en el espacio, y si se queda corto de su límite puede vender el excedente de toneladas a otro país que quiera superar su cantidad permitida. Con todo, este mecanismo sirve para superar los límites de emisiones, y la medida del Parlamento Europeo tiene como objetivo compensar este exceso.