El ayuntamiento de Barcelona quiere hacer cumplir los límites de velocidad máxima de circulación para rebajar la velocidad y reducir la siniestralidad. Por eso, el ejecutivo municipal dirigido por Ada Colau instalará este año una cincuentena de radares en el interior de la ciudad. Actualmente ya existen una decena de radares de punto y uno de tramo, pero todos ellos se encuentran en los accesos o en túneles. Así, por primera vez, Barcelona se dota de un sistema de radares al interior de la ciudad.

Concretamente, se instalarán 2 nuevos radares de tramo y 44 nuevos radares de punto -12 de los cuales situados en entornos escolares. Además, también se habilitarán 30 nuevas ubicaciones para situar radares pedagógicos de manera rotatoria.

 

La medida puede generar "inquietud" entre los conductores

La concejala de Movilidad, Rosa Alarcón, ha admitido en rueda de prensa que la medida puede generar "inquietud" entre los conductores, pero ha remarcado que el objetivo no es sancionar sino garantizar que se cumplen los límites. Por eso, ha dicho, "todos los radares estarán señalizados y todo el mundo sabrá donde se encuentran". Según ella, el mensaje es "inequívoco": "Queremos que los límites de velocidad se cumplan, conducimos demasiado rápido por Barcelona", ha asegurado.

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La concejala de Movilidad, Rosa Alarcón, ha admitido en rueda de prensa que la medida puede generar "inquietud" entre los conductores. / Captura

De hecho, el año 2020 las infracciones por exceso de velocidad en Barcelona prácticamente se doblaron, pasando de las 347.173 a las 604.104 denuncias por este concepto. Además, el exceso de velocidad es una de las causas indirectas principales de siniestro en la ciudad. "El reto es rebajar de manera generalizada la velocidad, tenemos que levantar el pie del acelerador", ha reiterado la concejala de Movilidad.

Los nuevos radares: de tramo, de punto y pedagógicos

El director de Servicios de Movilidad, Adrià Gomila, ha explicado que desplegarán tres tipos de radares: de tramo, de punto y pedagógicos. Instalar un radar de punto tiene un coste de unos 30.000 euros mientras que uno de tramo cuesta unos 250.000 euros.

El de tramo, ha recordado, calcula la velocidad media entre dos puntos. En marzo entrará en servicio un nuevo radar de tramo en el túnel de la Rovira y en verano otro en el túnel de Badal. Además, de cara el año 2022 también está previsto un nuevo radar de tramo en la ronda Litoral, en torno al muelle de la madera.

De radares de punto, más convencional, se instalarán 44 nuevos, de los cuales 12 están vinculados al programa Protegim Escoles. Destacan, por ejemplo, dos radares que se ubicarán en la calle de Aragón, dos más en la avenida Diagonal, uno en la ronda General Mitre o uno en la avenida del Paralelo, entre otros.

El Intendente Mayor jefe de la División de Tráfico de la Guardia Urbana, Jesús Hernando, ha asegurado que el criterio más importante a la hora de decidir los nuevos puntos ha sido la siniestralidad y la gravedad de los siniestros, pero también se han tenido en cuenta lugares donde a menudo se detectan excesos de velocidad.

Por último, también habrá nuevos radares pedagógicos, que advierten al conductor si supera el límite pero sin sanción. Según Gomila, el radar pedagógico sirve para recoger datos y medir velocidades, pero también tiene un "efecto" sobre los conductores, que reducen la velocidad. El efecto, según ha dicho, dura entre 3 y 4 semanas y después por el efecto pedagógico, por eso se varía la ubicación.