El debate de la ley de víctimas de abusos policiales en el Parlamento Vasco se ha enturbiado este jueves cuando parlamentarios de EH Bildu y representantes sindicales de la Guardia Civil y de la Policía han protagonizado un cruce de reproches y supuestos gestos despectivos.

Todo este revuelo ha ocurrido antes de la votación y aprobación de esta ley que reconoce a las víctimas de abusos policiales cometidos en Euskadi entre 1978 y 1999 y que ha salido adelante con el voto afirmativo de PNV y PSE, la abstención de EH Bildu y Elkarrekin Podemos en la mayoría de los artículos y la oposición del PP.

El momento de tensión se ha producido en el turno de intervención del parlamentario de EH Bildu Julen Arzuaga. En la tribuna de invitados estaban, en un lado, miembros de varias asociaciones de los cuerpos de seguridad del Estado y, en otro lugar, representantes de diferentes asociaciones de víctimas policiales.

“Lobby infecto, asqueroso”

Arzuaga ha expresado al inicio de su alocución su desprecio "más absoluto" por las "organizaciones corporativas de cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado que están haciendo un lobby infecto, asqueroso, para que no se reconozca a las víctimas que ellos mismos han generado".

Y ha añadido: "Organizaciones que están buscando total impunidad, total encubrimiento para el terrorismo y las gravísimas vulneraciones de derechos humanos que ellos mismos han perpetrado".

"Para mí ustedes son los nazis que protestan porque hubo un juicio en Núremberg, para mí ustedes son los franquistas que luchan para que no haya un reconocimiento de sus vulneraciones de derechos humanos. Esto es indignante, inaceptable y asqueroso", ha continuado Arzuaga.

Los parlamentarios de EH Bildu, según han señalado, han observado entonces gestos "como el de peineta" por parte de los miembros sindicales policiales y han dicho que han escuchado insultos hacia ellos como "miserables", momento en el que han protestado ante la presidenta de la Cámara, Bakartxo Tejeria.

Pero miembros de la asociación Jusapol de guardias civiles, Policía Nacional y Ertzaintza han aclarado a los medios que ese gesto no se correspondía con el conocido como el de "la peineta", sino que es un símbolo que utiliza el sindicato en todas sus reivindicaciones que se conforma con los dedos de la mano en forma de J.

Carmen Sedano, una de sus portavoces, ha dicho que lo vivido hoy ha sido "vergonzoso" porque recuerda a los años ochenta. Se ha señalado al discrepante y se usa la violencia verbal como arma de utilización política que deja claro que todavía hay mucho camino por recorrer y que "aunque mude de piel, la serpiente sigue siendo serpiente".

Durante la trifulca en el salón de plenos, la presidenta del Parlamento ha pedido silencio en varias ocasiones, pero como las protestas de EH Bildu continuaban ha expulsado a uno de los parlamentarios, Josu Estarrona.

En ese momento los parlamentarios del PP han salido del salón plenario en protesta por la actitud de EH Bildu y minutos más tarde la presidenta de la Cámara ha comunicado que algunas de las palabras "ofensivas" de Arzuaga iban a ser retiradas del acta. "No se puede llamar nazi a nadie", ha dicho.

Al término de la votación, el presidente del PP vasco, Alfonso Alonso, ha expresado su repulsa por la actitud de EH Bildu. "Ha vuelto a resonar la voz de ETA que hace que sintamos un escalofrío. Es la misma voz que señalaba para la muerte a policías y a ertzainas asesinados por ETA".

En el exterior de la Cámara se han concentrado asimismo representantes del grupo de trabajo que agrupa a distintos cuerpos de seguridad del Estado y asociaciones de víctimas para denunciar que la ley aprobada es "una burla" al poder judicial, a las FSE y al conjunto de los ciudadanos.