El núcleo duro del PSOE se reunió dos días antes de que se hiciera público el informe de la UCO sobre el exsecretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán. En aquella reunión había pocas personas y todas eran de la máxima confianza del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Llama la atención, tal como ha revelado El País este jueves, que uno de los asistentes al exclusivo encuentro era el mismo Cerdán, además de la vicepresidenta primera, María Jesús Montero, Félix Bolaños (Presidencia y Justicia), Óscar López (Transformación Digital y antigua jefe de gabinete de Sánchez durante tres años), Óscar Puente (Transportes), Pilar Alegría (portavoz y ministra de Educación) y, finalmente, Diego Rubio, el hombre que Sánchez fichó el septiembre pasado como nuevo jefe de gabinete. Así pues, tal como informa el diario, Cerdán formó parte del gabinete de crisis que creó Sánchez para hacer frente a la trama corrupta y los numerosos escándalos judiciales que lo rodean a él y al partido.
Varias fuentes del ejecutivo español han criticado a Cerdán y han dicho a El País que "Santi nos engañó a todos". Por cierto, que la defensa del exsecretario de organización del PSOE ha pedido al Tribunal Supremo que su declaración judicial del próximo lunes como investigado por corrupción sea retransmitida en directo para todo el mundo que la quiera escuchar. Con el fin de evitar "juicios paralelos" o filtraciones interesadas de parte de la declaración.
Estas fuentes explican que hubo al menos dos reuniones y que la última se hizo el día 10 de junio, justo después del Consejo de Ministros y dos días antes de que la UCO hiciera pública la supuesta implicación de Cerdán en una trama de comisiones por adjudicaciones públicas. "Cuando leí su informe, me sentí traicionado. Como todos nosotros. Es difícil de digerir que aquel martes lo tenías a pocos metros", explican desde la Moncloa. "Resulta que teníamos al zorro en el gallinero", lamentan las fuentes.
La estrategia del gabinete
Antes, la semana anterior, también se hizo una reunión parecida dentro del complejo de la Moncloa. No hay acuerdo sobre si hubo un tercer encuentro, pero en caso de que sí, no estuvieron presentes todos los implicados. Sánchez solía hacer estas reuniones sin teléfonos móviles y con mucha discreción. "Él hablaba poco y no pronunciaba discursos agresivos, pero sí que criticaba duramente la información que salía a la prensa; la consideraba poco rigurosa y muy tendenciosa", recuerda uno de los asistentes. Cerdán sigue negando cualquier relación con la empresa Servinabar 2000 S.L., que presuntamente formaba parte de la trama. La UCO ha adjuntado al Supremo un documento que, según ellos, lleva su firma y que habría sido intervenido en casa del empresario Joseba Antxon Alonso.
Cerdán era un activo potente del PSOE y las citadas fuentes recuerdan que él asistía también a las reuniones los lunes por la mañana a los maitines de la Moncloa como enlace entre el Gobierno y el partido. Estas reuniones eran para planificar la semana, pero Sánchez consideró que la crisis a la cual hacía frente no se podría abordar aquí y por eso creó el gabinete de crisis. Fue así como surgió este grupo reducido donde estaba Cerdán y donde se iban debatiendo los informes de la UCO. "Lo que teníamos pensado es que, una vez saliera el informe, Santos comparecía y desmontaba, aportando el contexto que le presuponíamos, página a página, el informe de la UCO. Esta era la estrategia marcada, él la sabía y guardó silencio, ahora ya sabemos que es porque estaba a la espera de conocer lo que estaba a punto de salir", reprocha un dirigente socialista. Cerdán dimitió antes y esta comparecencia de prensa no se produjo.