Alta tensión en el cara a cara entre el portavoz del PDeCAT, Carles Campuzano, y el ministro de Justicia Rafael Catalá, en el Congreso, debido al procesamiento del Govern por rebelión y malversación, así como de los líderes de Òmnium y la ANC, y la acusación de terrorismo a los CDR. Campuzano ha denunciado el "varapalo" de la justicia alemana, al dejar libre a Carles Puigdemont, lo que a su parecer "cuestiona el relato de la violencia" en el proceso soberanista. Catalá se ha indignado con el lazo amarillo del catalán, a quien le ha dicho que era "profundamente ofensivo".

"Tiene suerte de llevar ese lazo, que significa que en España hay presos políticos; en todo caso, ¡son políticos presos!", ha exclamado el ministro. Este ha asegurado que "Europa no ha dicho que no hubiera violencia. Reconocen nuestro estado de derecho", ha expuesto en relación con el tribunal de Schleswig-Holstein. Así las cosas, Catalá ha avalado el relato del "clima de confrontación" cuando ha expuesto que se "escracheaba" a ciudadanos, y se hacían "pintadas en las puertas de las casas" –una referencia al del juez del 1-O, Pablo Llarena– y no se podía "pasear" por los "planteamientos" independentistas.

A su vez, Campuzano ha exigido "no minimizar" la sentencia de un tribunal alemán. "Se refugian en la acción de la justicia. Han optado por la vía penal, han movilizado incluso a la Guardia Civil con informes", ha lanzado. "Han externalizado en la justicia la resolución de un problema político. En nombre de España se vulneran derechos fundamentales", ha añadido. "En Catalunya hay la convicción de que no se hace Justicia, sino venganza. Tienen una oportunidad de rectificar", ha añadido. Asimismo, ha avisado al Gobierno de que era "extremadamente peligroso e irresponsable" el relato de la violencia.

Catalá no ha tolerado ese discurso, y le ha respondido. "¿Es que usted dice que el Gobierno tiene que intervenir en la justicia? No puede. ¡Es de primero de democracia!", ha zanjado. Además, ha afirmado que, si eso, se habían producido "discrepancias jurídicas y de sistema judicial. Por tanto, que lo aclaren los sistemas judiciales", ha afirmado. "No les coaccionaremos, respetamos profundamente la separación de poderes", ha aseverado, aunque el fin de semana de convención en Sevilla estuvo marcado por el malestar del PP y el ejecutivo con las autoridades alemanas por  la libertad de Puigdemont.

El ministro también se ha tenido que enfrentar a una pregunta similar de la diputada de En Comú Podem Lucía Martín, quien ha denunciado la "nefasta gestión" y "ridículo internacional" que supondría "inventarse delitos" que Alemania "tiene que "desmentir". "No están a la altura de los valores de la Unión Europea", ha denunciado Martin. Esta, incluso, se ha burlado de que "cuando la justicia no dice lo que quieren oír, entonces pierde el sentido", y en consecuencia "se han hecho euroscépticos" –en alusión al portavoz en el Parlamento Europeo, Esteban González Pons, quien dijo que el caso de la euroorden podría cuestionar el Tratado de Schengen.

Así las cosas, Catalá se ha defendido con las palabras del portavoz del Ministerio de Justicia, Piotr Malachowski. Este salió al paso de la polémica y aseguró que "no hubo ninguna entrevista ni ninguna declaración autorizada de la ministra", Katarina Barley, sino que habría sido un malentendido –en referencia a las palabras que sería "correcta" la decisión de dejar libre a Puigdemont. Es más, el titular gubernamental ha expuesto que España era el tercer país "que menos condenas tiene en relación con los derechos de los ciudadanos", falseando así la idea de los presos políticos.