En plena caída libre, Ciutadans intenta mantenerse a flote para sobrevivir. Y lo hace subiendo la voz allí donde un día consiguió ganar las elecciones, en Catalunya. Su líder, Carlos Carrizosa enseñado sus garras desde el atril del Parlament. Contra la "falta de escrúpulos" de sus fines hace poco compañeros que han huido del partido, pero también y sobre todo, contra el Partido Popular. El partido naranja denuncia ser víctima de una "opa hostil" de los de Pablo Casado.

Para Cs, la explicación de la maniobra es que "el PP es un partido que está siendo fagocitado por su derecha, por Vox." "Como tiene problemas de supervivencia inicia acciones de invasión de otros espacios que no le son propios", ha sentenciado Carrizosa. La mano derecha de Inés Arrimadas ha admitido errores de cálculo de su partido en Murcia, con el movimiento por sacar al presidente popular a través de una moción de censura frustrada después de que tres de sus propios concejales hayan cambiado de bando. "Nos han hecho doblar la rodilla", ha admitido, acusando el PP de corrupción por haber "comprado" a los tres tránsfugas de Cs.

El diagnóstico de Cs es, pues, que "agobiado por su falta de espacio vital a la derecha", un terreno que se está comiendo Vox, "se lanza a la conquista del espacio de la izquierda". Para Carrizosa es evidente que Cs es el auténtico centro político en España y "la prueba del algodón" es que tiene capacidad para pactar en izquierda y derecha. Al mismo tiempo, ha querido ningunear al sector crítico, que exige la convocatoria de un asamblea para tumbar a Arrimadas. Bajo su punto de vista son sólo cuatro gatos que sólo quieren "marear".

La mano negra de Rivera

Aprovechando la comparecencia, ha querido dejar claro que de ninguna manera da veracidad a los rumores que apuntan que Albert Rivera estaría detrás de la operación del PP para zamparse a Cs.

Sobre la posibilidad que siga el efecto dominó de las deserciones al partido, el líder de Cs ha reconocido que es posible que haya más, pero ha reivindicado su fuerza en Catalunya, advirtiendo al PP que aquí "no están para hacer opas hostiles". Es cierto que en el Parlament, Cs dobla en escaños a los populares. Ellos son penúltimos con 6, el PP es la última fuerza con sólo 3. Ahora bien, el gran batacazo en las elecciones fue para Carrizosa, que perdió 30 diputados.

En la imagen principal, Arrimadas y Carrizosa en un acto de campaña. EFE