El diputado del PSC en el Congreso, José Zaragoza, carga contra el independentismo para querer aplazar la fecha de las elecciones al 30 de mayo.

En una comparativa donde habla de muertos y trabajos en establecimientos considerados de primera necesidad para todo el conjunto del estado, también del Gobierno, escribe a twitter: "Para los independentistas: estar sentado en la caja de un supermercado todos los días no provoca muertos. Pero estar sentado en una mesa electoral un día sí provoca muertos para el independentismo: Puedes ser explotado pero no puedes votar".

Zaragoza omite que todos los partidos, incluso el PP o Ciutadans que no son independentistas, también se mostraron a favor en la mesa|tabla celebrada para pedir el aplazamiento de que era preferible evitar la fecha del 14 de febrero. A pesar de todo, el socialista no esconde cuál es su principal enemigo y entra en el juego del populismo hablando de trabajos con más o menos riesgo.

La semana pasada ya omitió los riesgos sanitarios que todos los expertos han recogido en sus informes, y pedía respeto por la decisión provisional del TSJC. Zaragoza también cargaba contra los independentistas como el mal de todo el desbarajuste previo que está aflorando con estos comicios. En una entrevista en La Sexta, fue rotundo: "El Govern de la Generalitat, de momento, tiene que respetar la ley y comunicar que el proceso continúa por dar garantías democráticas a los ciudadanos".

Desde el principio, los socialistas han tenido prisa para no aplazar la fecha de las elecciones hasta el punto de quedarse solos al defender esta idea. Posteriormente, aceptaron pasar la fecha para Semana Santa y finalmente se alejaron de su discurso inicial en una comunicación a dos lados, desde Catalunya y Madrid, que confundió a la opinión pública: la posición sobre una fecha u otra se daba desde el PSC con Iceta pero también a Madrid con el PSOE y el ministro de Justicia, Juan Carlos Campo que, finalmente desistió seguir dando declaraciones confundidas.