Los audios de WhatsApp están al orden del día. Las filtraciones están salpicando la política española y poniendo de manifiesto las maniobras para utilizar la información como arma arrojadiza con intereses contrapuestos, con la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil en el punto de mira. Por una parte, han trascendido los audios de la fontanera Leire Díez, militante socialista, en los que maniobra para desacreditar a la UCO e intentar detener las filtraciones comprometedoras contra el Gobierno de Sánchez por parte de Víctor Aldama, y RTVE también informó de los mensajes intercambiados entre el excapitán de la UCO, Juan Vicente Bonilla y el empresario José Luis Caramés, imputado en la trama del fraude de los hidrocarburos, en los que conversan sobre cómo buscar información comprometida contra el Gobierno. Ahora, ha sido La Sexta quien ha tenido acceso a unos mensajes de WhatsApp en los que Bonilla y uno de sus confidentes hablan de matar a Sánchez con “una bomba lapa” o con un “sicario”, y planean utilizar a Koldo García para romper el gobierno de coalición.
De la UCO al gobierno de Ayuso
Juan Vicente Bonilla es un excapitán de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, conocido por haber sido una figura clave en la investigación del denominado caso Koldo y por su relación con el empresario José Luis Caramés. Después de abandonar la UCO, Bonilla fue fichado por el Gobierno de la Comunidad de Madrid, presidido por Isabel Díaz Ayuso, como titular de la Gerencia de Seguridad del Servicio Madrileño de Salud, un cargo que ocupa desde octubre de 2023, con un salario anual de más de 84.000 euros. Además, Bonilla ha sido denunciado por otros agentes de la Guardia Civil como parte de una presunta red interna denominada “UCO patriótica”, acusada de realizar investigaciones con motivaciones políticas, filtraciones selectivas a medios y prácticas irregulares dentro del cuerpo. Su figura está rodeada de polémicas por sus intercambios de mensajes, presuntas irregularidades y una posible influencia en la vida política española desde la Guardia Civil y su posterior cargo en la administración autonómica.
Animadversión hacia Sánchez
Durante su etapa en la UCO, Bonilla intercambió miles de mensajes de WhatsApp con su confidente, en los cuales conversan sobre la búsqueda de información comprometedora del Gobierno, especialmente del PSOE. En estos mensajes, Bonilla muestra una profunda animadversión hacia Sánchez y llega a defender el uso de la violencia para conseguir objetivos políticos. La Sexta ha tenido acceso a estos mensajes que se enviaron, usando esta app, el excapitán de la UCO y uno de sus confidentes. En ellos, atacan con entusiasmo al Gobierno. Incluso llegan a fantasear con la posibilidad de un atentado contra Pedro Sánchez. Es entonces cuando el confidente le dice al agente que aproveche “los dos años de sanchismo que quedan”, y Bonilla contesta: “O una bomba lapa en los bajos” de su coche. “Podría ser”, se lee en el siguiente mensaje.
Encargarle el trabajo a “un sicario venezolano”
Según la cadena, estos whatsapps forman parte del caso de los hidrocarburos que investiga a la empresa Gaslow. “Los dos personajes de esta historia se intercambiaron más de 6.000 mensajes entre 2016 y 2021. También se vieron cara a cara decenas de veces, lo cual demuestra que mantenían una relación estrecha y de confianza. Como para enviarse mensajes de manera privada”, afirma La Sexta. Durante la charla por la aplicación de mensajería, Bonilla también abre otra posibilidad para hacer realidad su fantasía de eliminar a Sánchez: encargarle el trabajo a “un sicario venezolano”. El confidente acaba comentándole que cuando se vean, en persona, “le explica cómo funcionan”.
“Matar en el gobierno” de Sánchez con la corrupción
En otra conversación de WhatsApp, Bonilla y el confidente hablan de utilizar la información de corrupción que, asegura, que controla, para “matar al gobierno” de Sánchez. Durante los momentos más críticos de la pandemia de la covid, cargaron con más dureza. “Estos son un puto desastre. Son capaces de provocar un desabastecimiento”, escribe el confidente y responde Bonilla que “delegarán al Ejército todo, cuando esté todo jodido”, y en la conversación se refieren al Gobierno de Sánchez como “putísimos, inútiles” y “mentirosos”. Incluso, Bonilla afirma que “habría que enviarlo desterrado en China”, dice refiriéndose al presidente español.
En los mensajes, Bonilla y su confidente traman cómo hacer caer el gobierno de coalición. En 2021, antes de que estallaran los casos Koldo y Ábalos, el confidente ya pone sobre la mesa el nombre de Koldo García y se refiere a posibles actividades ilegales y conexiones con miembros del Partido Socialista y el Gobierno. El que en aquel momento era capitán de la Guardia Civil, no sabía quién era, pero su interlocutor se lo explica. Le dice que Koldo es “mano derecha de los que trincan”. Bonilla contesta asegurando que “hay muchos que trincan”, pero su hombre de confianza le corrige sentenciando: “Ninguno trinca tan alto” como Koldo.