El capitán de navío retirado de la Armada española, Arturo Maira, ha asegurado que le invadió una "enorme vergüenza" cuando leyó el manifiesto franquista que han firmado 200 militares, entre los cuales se encuentra el exjefe del Estado Mayor. Maira asegura en una entrevista a El País que estos militares "estaban hablando en su nombre y alabando la figura de Franco, un dictador genocida".

Durante la entrevista, el capitán de navío retirado asegura que queda "mucho" franquismo en el ejército español, sentencia que los "mandos de los tres ejércitos españoles son franquistas" y añade que ningún gobierno español "ha hecho nada para evitarlo", según él, por miedo. Maira añade que, después de 49 años de servicio, "España ha seleccionado a las personas más conservadoras y franquistas" para los cargos de de generales o almirantes.

Maira también asegura que el manifiesto en exaltación de la figura de Franco acabará volviéndose en contra de sus firmantes, ya que "han actuado de forma poco inteligente" y sólo "querían demostrar su fuerza". El capitán retirado añade que el texto es un "reto" para el gobierno de Pedro Sánchez por el momento en el cual se produce, justo antes de la exhumación de Franco del Valle de los Caídos.

Además, el capitán de navío retirado, añade que este manifiesto también "abrirá los ojos a la ciudadanía". Ya que la sociedad cree que el Ejército es ejemplar, pero el cierto es que no lo es, según afirma Maira.

Manifiesto contra el franquismo al ejército

Al ver el manifiesto franquista, Maira empezó a mover los hilos para impulsar un manifiesto en contra del comunicado franquista, al que, de momento, se han adherido una veintena de militares, entre los cuales se encuentra Julio Rodríguez, diputado de Podemos y exJemad del ejército.

El manifiesto que impulsa Maira asegura que los firmantes son funcionarios del Estado y tienen su conciencia individual tranquila como cualquier otro ciudadano, pero "no tienen ningún derecho a presionar como colectivo al Estado democrático". Además, el capitán retirado afirma que él sólo es "el portavoz", pero detrás hay militares retirados, en activo y viudas de militares democráticos.

Uno de los militares firmantes es un cabo que está siendo investigado por el Ministerio de Defensa por, precisamente, haber firmado este manifiesto, pero Maira se resiste a pensar que este hecho lo pueda perjudicar. El capitán argumenta que sí que puede ser motivo de castigo que "unos militares anuncien su franquismo", pero que un militar, que al mismo tiempo es funcionario, posicione a favor de la democracia no tendría que ser castigado "en ningún país normal".

Respecto de la posible sanción del cabo, Maira asegura que su manifiesto "no es un posicionamiento político", ya que no está diciendo si es "republicano o monárquico", simplemente están posicionando a favor de la democracia y pidiendo que no haya franquistas dentro de las Fuerzas Armadas. Y añade que si se castiga un miembro del ejército por este hecho, "el país es una porquería".