Human Rights Watch (HRW) critica la "debilidad" de la Unión Europea y de sus miembros a la hora de defender la democracia en su informe sobre derechos humanos en el mundo en el 2021. Por ejemplo, la ONG lamenta que Alemania fomentara el acuerdo de inversión del club europeo con China, a pesar de los "crímenes contra la humanidad" que está sufriendo la minoría uigur, o que Francia siga vendiendo armas a Egipto a pesar de la fuerte represión del régimen de Abdel Fattah al-Sisi. HRW también denuncia que la UE todavía no haya cortado las ayudas a Hungría y Polonia por la "falta de respeto que tienen sus líderes por la democracia, los derechos humanos y el estado de derecho".

"Si no se corrige, la UE corre el riesgo de quedar reducida a un simple bloque comercial en vez de un club de democracias", avisa el director de la organización, Kenneth Roth. No obstante, Roth celebra que se formen alianzas de estados con "mentalidades" similares para superar el problema de la unanimidad en la política exterior de la UE y alzar la voz contra la "represión de la democracia y los derechos humanos" en otros países.

Visión global

Con respecto a la situación global de los derechos humanos, HRW cuestiona la importancia de los crecientes líderes autócratas en el mundo y avisa de que son más débiles de lo que parecen. En el informe anual publicado este jueves, Roth asegura que hay un aumento "importante" de coaliciones de opositores que están dejando atrás sus diferencias para derrocar a líderes autócratas o represivos. Pone como ejemplo el caso de la República Checa o Israel, donde partidos con ideologías muy diversas se agruparon para cambiar el gobierno, y asegura que en Hungría y Turquía se están formando alianzas de este tipo para las próximas elecciones.

Con todo, HRW admite que las democracias se tienen que reivindicar mejor para parar los pies a las dictaduras. "Si las democracias quieren prevalecer en la actual disputa con las autocracias, sus líderes tienen que hacer más para exponer sus debilidades", defensa Roth. En este sentido, reclama garantizar que la democracia "cumple con sus promesas": "Eso significa defender las instituciones democráticas, como los tribunales independientes, la libertad de prensa, legislaturas robustas y sociedades civiles vibrantes", señala.

De esta manera, HRW intenta matizar la visión general sobre la emergencia de regímenes autocráticos, fomentada por la creciente represión en China, Rusia, Bielorrusia, Egipto o Venezuela, los "golpes de estado militares" en Myanmar, Sudán, Mali y Guinea, "los cambios de poder no democráticos" en Túnez y el Chad o la mayor "tendencia autocrática" en democracias como Hungría y Polonia.

Hungría y Polonia

Polonia y Rumania defienden la posición de España en las prejudiciales del magistrado del Tribunal Supremo Pablo Llarena en el Tribunal de Justicia de la Unión Europea por la euroorden contra el expresidente Carles Puigdemont. Según adelantó La Razón, los dos países se han personado en el caso posicionando en una línea similar a la de España, que cuestiona el margen de los tribunales belgas para examinar vulneraciones de derechos fundamentales a la hora de juzgar sobre una euroorden. Bélgica también se ha personado en las prejudiciales para dar apoyo al criterio de sus tribunales, que se negaron a extraditar al exconseller Lluís Puig al considerar que había un riesgo de vulneración de derechos en la causa del procés.

El TJUE está estudiando las diversas preguntas que Llarena le envió sobre las euroórdenes por el caso del 1-O. Como en todas las prejudiciales que intentan aclarar la interpretación de las leyes de la UE, el alto tribunal con sede en Luxemburgo permite a los estados miembros personarse si tienen interés en el caso. Aparte de la previsible participación en el procedimiento de Bélgica, que tiene sobre la mesa la extradición de Puigdemont, Polonia y Rumania también han mostrado su interés por las preguntas de Llarena.

Foto principal: La presidenta de la Comisión Europea, Urusula Von der Leyen, y el primer ministro de Polonia, Mateusz Morawiecki / ACN