El rey emérito Juan Carlos I ha puesto en marcha una campaña de regularizaciones con la Hacienda española para intentar detener las investigaciones abiertas por la Fiscalía Anticorrupción por delito fiscal. Ahora ha pagado 4,39 millones de euros por ingresos no declarados entre el 2016 y el 2018. La estrategia real, sin embargo, no deja ningún tipo de duda sobre su conducta delictiva. Cuando menos poco ética, según ya afirmado la vicepresidenta del Gobierno Carmen Calvo, que ha hecho valer que el Estado actúa con el rigor necesario ante "quien puede estar incumpliendo las obligaciones que todos tenemos".

Así, sin entrar a valorar el fondo de la cuestión, la vicepresidenta ha admitido que esta segunda regularización del emérito "no es una buena noticia en sentido de la ética". Según Calvo, la cuestión suscita un debate político "donde cada uno puede entrar como considere oportuno", pero el Gobierno "no puede hablar de expedientes" fiscales porque "forman parte de las relaciones seguras" de los ciudadanos con la Administración. En todo caso ha afirmado que el Estado ha actuado con rigor.

Eludir un delito fiscal

Juan Carlos I habría pagado a Hacienda por rentas sujetas a tributación que suben a más de ocho millones de euros y que se corresponderían en pagos en especie. Se trataría de los vuelos de una compañía de jet privados pagados hasta el 2018 por la Fundación Zagatka, propiedad del primo del rey emérito Álvaro d'Orleans. Es la segunda declaración voluntaria presentada por la defensa del emérito después de que el diciembre pasado saldara una deuda con Hacienda por un importe de 678.393 euros. Con de estos pagos es eludir un posible delito fiscal por haber defraudado una cantidad superior a 120.000 euros.

La vicepresidenta, en declaraciones en Canal Sur Radio, ha afirmado que el gobierno no puede hablar de los expedientes y solo puede recordar que hay que cumplir las obligaciones tributarias. En todo caso, según Calvo, la regularización demuestra que España "es un país que funciona y que exige cuentas a todo el mundo po igual", porque "es una democracia con un estado de derecho riguroso donde nadie se puede saltar la ley".

Poco ejemplar

En un sentido similar se ha pronunciado al exministro y candidato del PSC a la presidencia de la Generalitat, Salvador Illa, que ha insistido en que el rey emérito no está por encima de la ley y tiene que cumplir sus obligaciones con Hacienda. Illa ha afirmado que el emérito ha tenido en los últimos tiempos comportamientos "que no son de la ejemplaridad que se espera de una persona como él".

Imagen principal, la vicepresidenta española Carmen Calvo / GTRES