Al emérito rey Juan Carlos no paran de aparecerle nuevas revelaciones sobre el origen turbio de su fortuna personal. Al hilo de las investigaciones en torno a su presunta corrupción a diario se conocen informaciones del dinero que tenía escondido gracias a tramas financieras con ramificaciones en varios lugares del mundo, entre los cuales Suiza y la isla anglo-normanda de Jersey.

Pero si cada día se suman más millones a la fortuna opaca de Juan Carlos -este mismo lunes se tuvo conocimiento de otros 6,5 millones de euros en Suiza- hoy se ha sabido en qué gastaba Juan Carlos ese dinero, y una de sus debilidades eran los vuelos internacionales en jets privados. Gastó tanto en ellos que hasta se sacó un bono para abaratar el coste. Aun así, el patriarca Borbón gastó hasta 8 millones de euros en nueve años, solo en vuelos. Uno de los cuales, por cierto, con la tripulación al completo del 'Bribón'.

Así lo revela este martes El Confidencial, que explica como el entramado financiero orquestado por el primo Álvaro de Orleans-Borbón a través de la Fundación Zagatka destinaba buena parte del dinero de dudosa procedencia a sufragar los vuelos privados del monarca, con un gasto total entre 2009 hasta 2018 de unos 8 millones de euros. Además, indica como estos gastos se incrementaron tras la abdicación del monarca a favor de su hijo, Felipe VI, algo que es muy importante, puesto que prueba que Juan Carlos gastaba ese dinero tanto cuando era Jefe de Estado como cuando dejó de serlo, lo que deja sin mucha capacidad de argumentación a los defensores de la inviolabilidad del monarca durante el ejercicio de su cargo.

La República Dominicana, las Bahamas, las Bermudas, Canadá, Kuwait o Abu Dabi son algunos de los destinos de los vuelos pagados con dinero opaco, más de una decena de viajes privados por América del Norte, Caribe y Oriente Medio entre los cuales destaca uno que hizo a Vancouver, en la costa oeste del Canadá, acompañado de toda la tripulación de su barco, el premonitorio ‘Bribón’ para participar en una competición.

'Bono-jet' insuficiente

Los pagos se hacían a través de Zagatka, que contrataba los jets a empresas como las británicas Netjets UK Ltd. y Air Partner, la maltesa Vistajet Aviation Services y la suiza TagAviation -la misma empresa que condujo al emérito a Abu Dabi en su huida de suelo español a principios de agosto-. Para añadir turbiedad a los pagos, en los apuntes solo aparecía el nombre del primo Álvaro y el número de viajeros, aunque al menos dos contratos con Air Partner consta como dirección del cliente el Palacio de la Zarzuela y en otra orden de vuelo aparece el nombre de Vicente García Mochales, jefe de la escolta personal del monarca.

Según el medio citado, los viajes tenían precios astronómicos, siempre superiores a los 100.000 euros por vuelo, hasta el punto de que Juan Carlos, quizás llevado por un espíritu ahorrativo, llegó a contratar bonos de 100 horas de vuelo por el módico precio de 980.000 euros. Eso sí, los agotaba en menos de un año.