Jaume Alonso-Cuevillas no tenía el encaje que Junts buscaba para ser miembro de la Mesa y así se habló con él directamente, antes incluso de la polémica de los últimos días. Lo ha explicado en declaraciones a Catalunya Ràdio la misma presidenta del Parlament, Laura Borràs: "Él y yo ya habíamos tenido una conversación conforme no era el mejor espacio para él y después ha pasado el tema de la entrevista, que siendo Semana Santa las cosas se han hecho más grandes".

Así pues, las desavenencias no empiezan con la entrevista publicada en Vilaweb, donde Cuevillas rehusaba ciertos simbolismos como tramitar propuestas de resolución sobre el Rey o la autodeterminación porque lo considera "una confrontación no inteligente" con el estado español.

La discrepancia viene de antes, en concreto de la primera sesión de investidura, cuando Cuevillas se puso de perfil en la votación a favor de delegar el voto del diputado Lluís Puig. El abogado se abstuvo porque consideraba que era, a la vez, su representante legal en la causa judicial que el exconseller tiene abierta en Bélgica. Borràs ha puesto de relieve que este hecho "evidenció que había una turbulencia" motivada por un "Parlament que no es libre y donde la represión española condiciona de qué se habla y eso es lo que hay que estudiar".

"Decisión colegiada"

A pesar de todo, reitera que la decisión que ahora se ha precipitado se ha tomado de forma "colegiada" con Cuevillas y ha recordado que fue ella misma quien le propuso formar parte de la Mesa: "Hemos estado dos años juntos en Madrid y tenemos confianza. Pensé que podíamos seguir juntos. Aunque no era su lugar ideal, la Mesa del Parlament, él decidió acompañarme". Y Borràs explica que el abogado aceptó la propuesta por la relación profesional, pero también personal, que mantienen: "Me dijo: 'Laura, te digo sí por lealtad a ti'".

Así pues, Borràs asegura que en ningún caso sitúa la decisión desde la raíz de un conflicto "de desavenencias" y que no se trata "de una sanción" a Cuevillas. A pesar de todo, la presidenta se reafirma en la línea que quiere seguir su presidencia en el Parlament: "¿Se puede hablar de la monarquía en la mayoría de parlamentos españoles? Sí. ¿Por qué no en Catalunya, por una opinión discordante? Se tiene que poder hablar de todo".

La opción Madaula

En el futuro más inmediato, el relevo lo tendría que tomar la diputada de Junts Aurora Madaula, pero se hace por votación secreta. Borràs no confirma si tienen los votos garantizados para su nombramiento, pero sí afirma que "ya se ha hablado de poder hacer las renovaciones que hagan falta en la Mesa para que todo el mundo se sienta cómodo".

En definitiva, no considera que estos cambios de sillas signifiquen que empiezan con mal pie, sino que se reafirman en "poder trabajar con confianza y estabilidad".

Aviso a CUP y ERC

En paralelo a la Mesa del Parlament, la presidenta recuerda a la CUP que Junts "no tiene que digerir nada". Y también avisa a Esquerra: "¿Quiere hacer acuerdos? Perfecto. Pues los acuerdos a los que tiene que llegar son con Junts. Estamos para trabajar para la ciudadanía y reflejar lo que han dicho" en las urnas. Hoy por hoy, ve un acuerdo "más lejano" que inmediato, pero no tiene "ningún tipo de duda" en que se pondrán a trabajar "frenéticamente".

El objetivo que marca la presidenta del Parlament es investir a un president, pero recordando las palabras de Jordi Sánchez: con Junts dentro del Govern o, si hace falta, fuera y haciendo oposición. Y empieza a fijar el calendario más inmediato: "A partir de la semana que viene veremos qué nivel de madurez tienen las negociaciones para acabar con la investidura del president de la Generalitat. No quiero poner fecha porque sería totalmente atrevido por mi parte".

Fotografía principal: Laura Borràs y Jaume Alonso-Cuevillas en la primera sesión de investidura.