El extesorero del PP Luis Bárcenas ha contradicho la versión del partido al manifestar que los ordenadores que destruyó la formación eran suyos y contenían "información confidencial" que "daba continuidad a eso que se llaman mis papeles", es decir, a la supuesta contabilidad B de los populares.

De traje y custodiado por dos agentes y junto a su abogado, Bárcenas, que retiró su acusación en este procedimiento, ha testificado en el juicio que se celebra en el Juzgado de lo Penal número 31 de Madrid por las destrucción de los dos ordenadores portátiles del extesorero que ordenó el PP.

Esta mañana la representante del PP, la exgerente Carmen Navarro, ha manifestado que los ordenadores eran propiedad del PP y que cuando el jefe informático José Manuel Moreno los encendió, sin que introdujera ninguna contraseña, no había ni un solo dato o información, de manera que procedieron al borrado seguro de los terminales porque era "material del partido".

Pero Bárcenas ha dicho todo lo contrario. "Los ordenadores eran siempre míos", se entraba "siempre con contraseñas" y contenían "información que siempre fue relevante" por eso le pidió a su abogado en julio de 2013 que los reclamara al PP, porque había "recibos escaneados" de "pagos reflejados" en la contabilidad B que figuran en los denominados como papeles de Barcenas.

El extesorero, que cumple una condena de 33 años de prisión en la cárcel en Soto del Real (Madrid) por la trama Gürtel, ha detallado que en el Toshiba "había hojas de cálculo, datos con mis cuentas corrientes, presupuestos del partido, campañas, cómo se financiaba, hojas excel y otras que daban continuidad a eso que se llama mis papeles".

Y en el Apple, ha continuado, "había documentos escaneados de recibos, complementos a la información de los papeles que van desde 1990 a 2008, soportes documentales, presupuestos de campañas, cómo se habían financiado, quienes habían sido los donantes y autorizaciones firmadas por personas que suscribieron las acciones de Libertad Digital". Ahora bien, ha querido dejar claro que "no tenía el más mínimo interés en hacer públicos" esos documentos porque era "información confidencial" que había gestionado con el extesorero Álvaro Lapuerta.

No obstante, ha precisado que más tarde, tras hablar con su abogado de entonces, decidió entregarlo todo a la Justicia, no solo el pendrive que remitió a la Audiencia Nacional con la caja B del PP sino los ordenadores con esa "información histórica, delicada y relevante".

Cospedal se lava las manos

Este jueves también ha declarado como testigo la exsecretaria general del PP María Dolores de Cospedal, quién ha mantenido su versión sobre el borrado de los discos duros de los ordenadores del extesorero Luis Bárcenas, negando haber ordenado nada, aunque sí que ha matizado que en estos dispositivos se les aplicó el protocolo habitual sobre el material de trabajadores que ya habían dejado el partido.

cospedal juicio ordenadores - efe

EFE

En el juicio en el Juzgado de lo Penal número 31 de Madrid, donde ha comparecido en calidad de testigo, Cospedal ha explicado que cuando en el PP se tuvo conocimiento que Bárcenas tenía "una cuenta irregular en Suiza de cuarenta y tantos millones, la presunción de inocencia ya no iba a ningún sitio", ya que se trataba de "un hecho escandaloso y vergonzante".

Esta circunstancia, unida al hecho de que el extesorero había presentado una demanda de conciliación contra el partido "para intentar demostrar que seguía trabajando en el PP", ha insistido una vez más en que fue ella misma la que tomó la decisión de prohibirle la entrada en la sede de la calle Génova de Madrid.

Y es que desde que fue cesado como tesorero hasta aquel momento en que se le prohibió la entrada, Bárcenas había seguido acudiendo a la sede cada día, pero Cospedal ha querido dejar muy claro que no fue ella a quien autorizó que utilizara la Sala Andalucía del edificio. En este sentido, ha insistido varias veces en que el extesorero no estaba "ocupando" esta sala, sino que se le había permitido dejar allí sus "efectos personales".