La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica ha pedido formalmente que los Reyes de España no asistan al acto internacional para la conmemoración del 80.º aniversario de la liberación del campo de concentración nazi de Mauthausen (Austria). El presidente de la asociación, Emilio Silva, ha argumentado que su presencia supone "una falta de con respecto a la identidad republicana" de los españoles deportados en los campos nazis. La celebración, que tendrá lugar el próximo domingo 11 de mayo, es la culminación de un homenaje que empezó el lunes pasado a varios países europeos —entre ellos Espanya- con motivo de los 80 años de su rescate.

Según Emilio Silva, "cuando no se ha condenado la dictadura franquista ni todo el daño que causó a millones de víctimas, un viaje que tendría que ser ético se convierte en una cuestión meramente estética". Silva denuncia que "no se puede guardar silencio en España sobre los crímenes del franquismo y salir al extranjero representando que han sido condenados". Por este motivo, la asociación ha registrado una petición formal en la Casa Real, a través del Portal de Transparencia, para que reconsideren la visita a Mauthausen.

Un cúmulo de incoherencias e injusticias

La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica recuerda que el abandono institucional hacia los deportados republicanos se pone de manifiesto en el hecho de que el último superviviente español de estos campos, Juan Romero, solo recibió un homenaje estatal póstumo después de morir en el 2020, a los 101 años. La entidad denuncia que la mayoría de los más de 7.500 republicanos españoles enviados a Mauthausen fueron declarados apátridas por el régimen franquista y que el Estado español nunca les reconoció ni proteger.

La historia de los españoles en Mauthausen es otro de los episodios trágicos y silenciados del siglo XX. Entre 7.500 y 10.000 españoles fueron deportados en los campos nazis, la mayoría después de la caída de la República y el exilio forzado por la Guerra Civil. De estos, solo 2.700 sobrevivieron a Mauthausen, mientras que el resto murieron o desaparecieron. El régimen franquista nunca reconoció a estas víctimas y colaboró activamente con las autoridades nazis. El 5 de mayo de 1945, la liberación del campo fue liderada por los mismos presos, que recibieron a las tropas aliadas con una pancarta en español: "Los españoles antifascistas saludan las fuerzas liberadoras".

cartel mauthausen - ARMHEX
Cartel en la entrada de Mauthausen (Alemania nazi, actual Austria), 5 de mayo de 1945 / Foto: ARMHEX

Mientras tanto, el gobierno conmemora

En paralelo a la polémica, el Gobierno ha celebrado este lunes un homenaje a las víctimas españolas del nazismo. El acto, organizado por la asociación Amistosa de Mauthausen en los jardines de los Nuevos Ministerios de Madrid, ha reunido autoridades, familiares y representantes de entidades memorialistas —pero no a los reyes, que aseguraron su presencia al acto en Austria del próximo domingo. Según fuentes gubernamentales, la presencia de los Reyes al acto internacional pondrá de relieve el compromiso de España con la memoria histórica europea y con la defensa de los derechos humanos ante cualquier forma de totalitarismo.

El secretario de Estado de Memoria Democrática, Fernando Martínez, subrayó el lunes pasado la importancia de mantener viva la memoria de las víctimas "para que las generaciones más jóvenes comprendan las consecuencias de la intolerancia y la falta de respeto". Martínez remarcó que "no hay límite ni característica que pueda explicar el horror del nazismo y mucho menos justificarlo", e insistió en que la memoria es una herramienta para construir una sociedad más justa y libre de odio. El acto concluyó, además, con una ofrenda floral delante el monolito dedicado a los deportados españoles y forma parte de un programa de actividades que este año toma especial relevancia porque coincide con el 50.º aniversario de la muerte del dictador Franco.